Los asistentes virtuales tienen un lado oscuro, ya que son capaces de escucharnos aunque no lo sepamos. ¿Es consciente el consumidor de esto? ¿Le importa?
Los sistemas conversacionales, como Siri y Alexa, deben superar diversos desafíos relacionados con la complejidad del lenguaje para comprender lo que decimos y generar una respuesta adecuada.
El entrenamiento de un sistema de inteligencia artificial debería hacerse en entornos de laboratorio y, en consecuencia, sobre un volumen de población concreto y con trabajadores cualificados.
Los asistentes virtuales y altavoces inteligentes nos espían. Un batallón de lingüistas nos escucha, aunque no durante las 24 horas del día. El asunto no es más peligroso que permitir a muchas aplicaciones acceder a nuestra agenda o nuestra cámara del móvil.
Thorsten Wuest, West Virginia University; David Romero, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y Johan Stahre, Chalmers University of Technology
Los humanos seguiremos siendo necesarios en las fábricas, incluso cuando los robots sean algo habitual. Los futuros trabajadores contarán con soporte técnico y serán más fuertes, más inteligentes y estarán constantemente conectados.