Un tercio de los pacientes que han sufrido COVID-19, de forma severa, manifiesta algún tipo de secuela neurológica. En este artículo se explica la hipótesis del doble golpe, y el fenómeno que la sustenta: el condicionamiento de la microglía. Según esta hipótesis, aquellos enfermos de COVID-19 que sufrieron una inflamación severa en el pasado podrían ser más propensos a dichas secuelas neurológicas.
Josep Mallolas Masferrer, Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer - Hospital Clínic Barcelona / IDIBAPS
Se cumplen 40 años de la primera descripción clínica de casos de lo que, posteriormente, se denominó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Con el reto de encontrar la curación definitiva y una vacuna que evite el contagio.
Las primeras pruebas piloto de eventos multitudinarios como los conciertos confirman que las celebraciones con seguridad y recursos pueden reducir significativamente los riesgos de contagio.
Escuchamos hablar de la inmunidad de grupo como el fin de nuestros problemas y de las restricciones pandémicas. Como una especie de protección mágica que nos librará del virus a todos. Pero, ¿sabemos realmente qué es y cómo funciona?
Esperemos que la actual pandemia haga reaccionar a la sociedad, cambiando el modelo productivo y la estructura económica para conseguir los derechos básicos de alimentación, vivienda, educación y asistencia sanitaria para todos, blindándolos por leyes que aseguren su permanencia en el tiempo.
La pandemia ha mostrado la necesidad de una institución independiente que sea capaz de recopilar y difundir sistemáticamente los datos de vigilancia de la salud pública y proporcionar orientación imparcial a las administraciones.
¿Por qué se ha de usar mascarilla en la playa mientras una está sola en una toalla tomando el sol y, sin embargo, puedo retirarla si como en un restaurante con dos amigos?
Las enfermedades no afectan a todas las personas por igual. La clase social, el nivel adquisitivo y el contexto medioambiental son determinantes en la transmisión de las enfermedades epidémicas. Y la covid-19 no es una excepción.
A medida que avanza la vacunación, nos preguntamos si podemos comenzar a ser flexibles con el uso de la mascarilla y el lavado de manos. Sin embargo, las datos indican que no podemos relajarnos.
Desconocido hasta hace poco más de un año, el coronavirus SARS-CoV-2 ha cambiado profundamente nuestras sociedades. ¿Qué sabemos de él y qué nos queda por conocer?
Sin que la denominada tercera ola de la pandemia haya haya terminado en muchas comunidades autónomas, ya se habla de una cuarta ola. La vacunación podrá aliviar los efectos más graves. Pero no será suficiente si no hay cooperación de la sociedad en su conjunto.
Últimamente ha surgido una polémica sobre el etiquetado frontal de alimentos Nutri-Score. Tienen razón quienes abogan por perfeccionarlo para que favorezca el consumo de aceite de oliva. Pero tampoco se puede obviar el respaldo científico que le otorgan los estudios epidemiológicos.
Estos largos meses de pandemia nos han confirmado, entre otras muchas cosas, la importancia de disponer de sistemas digitales de registro de la historia clínica personal de cada ciudadano.
Antes de que se hicieran públicos los primeros casos de covid-19 en Europa, los datos que circulaban en Twitter ya predecían el inicio de la pandemia. Esto podría funcionar como herramienta preventiva.
Con la información actual no podemos afirmar que ninguna vacuna sea superior a otra. Aunque esto no quiere decir que sean iguales, porque tampoco disponemos de estudios comparativos de no-inferioridad que nos permitan equipararlas.
Mucha gente cree que las vacunas funcionan como un escudo, impidiendo que un virus infecte. Pero, en la mayoría de los casos, una persona que se vacuna está protegida contra enfermedades, pero no necesariamente contra infecciones.
Las enfermedades raras son un grupo de enfermedades heterogéneas con un pronóstico muy variable que, normalmente, implican peligro de muerte o de discapacidad crónica. Y son difíciles de cuantificar.
En la gestión de la actual pandemia han sido muchos los errores. Desde la pobre respuesta de la Unión Europea aceptando contratos de suministro de vacunas opacos hasta los intentos de controlar al virus con medidas verticales sin promover suficientemente la participación ciudadana
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València
Catedrático de Microbiología, Departamento de Ciencias de la Salud, Instituto de Investigación Multidisciplinar en Biología Aplicada, Universidad Pública de Navarra
Catedrático de Genética. Responsable de la Unidad Mixta de Investigación "Infección y Salud Pública" FISABIO-Universitat de València I2SysBio. CIBER Epidemiología y Salud Publica, Fisabio