Estos bivalvos fabrican el pegamento más potente del mundo, una auténtica obra de ingeniería que se deforma sin romperse y que ha servido de inspiración a arquitectos, científicos y médicos.
La pandemia ha obligado a la ONU a posponer la última ronda de negociaciones para lograr un acuerdo internacional sobre la biodiversidad marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional.
Al derretirse, las grandes lenguas heladas del planeta liberan al océano nutrientes como el hierro. Si permanecen en sus formas disponibles, servirían para alimentar al fitoplancton, fijador de CO₂.
Nick Golledge, Te Herenga Waka — Victoria University of Wellington
El último informe del IPCC deja claro que ya no podemos evitar que los niveles del nivel del mar suban, pero sí podemos controlar la cantidad y la rapidez con que cambian.
Meritxell Abril, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Identificar las fuentes de estos contaminantes, los factores que influyen en su transporte y su efecto en los ecosistemas acuáticos permitirá desarrollar estrategias para reducir su acumulación.
La actividad humana ha introducido en el océano una gran cantidad de fuentes de contaminación acústica, como barcos y explotaciones de petróleo, que contribuyen a la pérdida de biodiversidad marina.
Las poblaciones de algunas especies marinas de interés comercial están disminuyendo. Controlar la pesca y establecer zonas de protección y refugios climáticos son medidas esenciales para evitar mayores declives.
Las evidencias sugieren que estamos acercándonos a los límites fisiológicos tolerables por las especies de zonas tropicales, que ya han empezado a huir hacia otras regiones más templadas.
En el Día Mundial de los Océanos, el autor recuerda su papel en la regulación del planeta y la necesidad de cambiar la visión utilitarista de la naturaleza para alcanzar un desarrollo sostenible.
Marlene Wesselmann, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA - CSIC - UIB) dan Núria Marbà Bordalba, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA - CSIC - UIB)
Las praderas submarinas ocupan menos del 0,2% de los fondos marinos, pero son responsables de secuestrar el 10% del carbono que almacenan los océanos anualmente.
Los océanos incorporan la mayoría del calor y gran parte del dióxido de carbono que produce la humanidad. Como resultado se calientan, acidifican, desoxigenan y salinizan.
En el océano se acumulan entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de residuos plásticos que constituyen una trampa mortal para especies de tortugas marinas, cetáceos y peces.
Dolors Vaqué, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC)
Hay más virus marinos que estrellas en la Vía Láctea. Estas partículas desempeñan un papel fundamental en el ciclo de carbono y en la transferencia de genes, clave para la biodiversidad.
El Ártico ha sido un lugar remoto durante gran parte de su historia. Pero el cambio climático está trayendo problemas y oportunidades globales a su puerta.
El Océano Austral (Antártico) es el principal almacén de calor y carbono de nuestro planeta, y es hogar de extraordinarias formas de vida, desde pequeñas algas y criaturas sin espinas hasta pingüinos, focas y ballenas.
El Océano Pacífico produce oxígeno, ayuda a regular el clima, proporciona alimentos y medios de vida. Es un lugar de diversión, consuelo y conexión espiritual. Pero su delicada ecología está amenazada.
El Océano Atlántico sigue creciendo físicamente, pero los humanos estamos sobreexplotando sus ricas pesquerías. La especie más famosa -el bacalao del Atlántico Norte- se ha convertido en un ejemplo de libro de sobrepesca perjudicial.