La incorporación de la inteligencia artificial a las finanzas mejora los procesos para hacerlos más eficientes. Pero también debe servir para dar paso a un sistema más innovador, justo y transparente.
Más allá del confinamiento, el teletrabajo crece. Los recursos disponibles permiten a las empresas organizar, con una mínima infraestructura, grupos de trabajo sin que la distancia sea un obstáculo.
Cualquier objeto o servicio al que se accede mal o no se comprende, difícilmente se le podrá calificar de inteligente. A las ciudades les ocurre lo mismo.
Profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas / Director del Master in Talent Management de Advantere School of management, Universidad Pontificia Comillas