Los seres humanos almacenan, especialmente las mujeres, mucha más grasa que los demás simios. Una vez almacenada esa grasa, es tremendamente difícil deshacerse de ella.
Algunos de nuestros parientes más cercanos pueden infectarse con el nuevo coronavirus, desarrollar síntomas de COVID-19, transmitir el virus y responder formando anticuerpos protectores.
Catedrática de Sanidad Animal y codirectora del Grupo de Virus Animales. Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la SEV., Universidad Complutense de Madrid