La búsqueda de himnos felices en tiempos difíciles es algo natural que se observa tanto en todos los países y en diversos tipos de crisis socioeconómicas.
El optimismo es una actitud ante la vida que nos lleva a ver el lado positivo de las cosas, nos enseña a aprender de los reveses y nos prepara para afrontarlos mejor.
Tras los confinamientos provocados por la pandemia, volvimos a la vida social más irritables. El autor propone cultivar el humor como remedio para recuperar el equilibrio emocional.
En una pandemia como la que vivimos, inevitablemete percibimos los cambios como amenaza. Cierto nivel de alerta, lejos de ser contraproducente, puede ayudarnos a reajustar, tomar decisiones y dar respuestas adaptativas.
La pandemia ha interferido en la salud mental de la población. Sin embargo, diversos estudios apuntan a que, a través de pequeños cambios diarios y a pesar de las circunstancias, no se tiene por qué renunciar a la felicidad.
Los bomberos de Nueva York trabajan cerca de la Zona Cero tras el colapso de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
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En estos días nuestro estado de ánimo fluctúa entre el optimismo y el pesimismo con todos sus matices. Tras el atentado del 11-S, las personas sentían una mezcla de emociones relacionadas con la rabia y la tristeza, pero también con la gratitud y el amor hacia familiares. Así salieron de ello.
¿Es obligatorio estar feliz en estos días? ¿Qué ocurre el resto del año? Parece que la Navidad genera en muchas personas un optimismo exacerbado que decae cuando pasan estas fechas. Hagamos un recorrido por algunas películas, vídeos y libros que ponen esto de manifiesto.
Animar al optimismo frente a la realidad medioambiental puede ayudar a que las personas se impliquen para lograr un resultado positivo.
Photo: A. Sergeev
Profesor Titular de Universidad. Psicología Evolutiva y de la Educación. Director del Instit. Univers. Mixto de Investigac. de Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda (IEDDAI), Universidad de Alcalá