El 81 % de los hábitats protegidos en Europa está en un estado deficiente. En el Día Mundial de la Biodiversidad, el autor nos recuerda que restaurar los ecosistemas también es necesario para alcanzar un desarrollo sostenible.
Estudiar las marismas mareales durante 35 años ha permitido a un equipo de investigadores describir la formación y evolución de estos ecosistemas con gran potencial para capturar carbono.
Si la recuperación del ecosistema previo a la explotación minera se reduce a reconstruir una vegetación que nada tiene que ver con la original, proporcionará menos servicios y se perderán especies.
Las ventajas evolutivas no se dan juntas: las plantas que crecen más rápido son más sensibles al estrés y viceversa. La ingeniería genética permite crear ejemplares que combinan ambas características.
La nueva estrategia de biodiversidad de la Unión Europea incluye la plantación de 3 000 millones de árboles para conservar y restaurar los ecosistemas.