Tras una sexta ola con tasas de transmisión nunca vistas, la incidencia de casos de covid-19 está cayendo rápidamente en prácticamente toda España. También en los países de nuestro entorno. Y se suavizan las restricciones. ¿Hacemos bien?
Ante la sexta ola, los hay que abogan por “gripalizar” la covid y quitarle hierro (e importancia), y los hay que consideran que ese enfoque costará demasiadas vidas y que hay que apostar por la prudencia.
Las medidas adoptadas tras la última conferencia de presidentes y presidentas no han sido contundentes, sino más bien decepcionantes. La recuperación de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores ha sido la “medida estrella”, pero tiene poco soporte técnico.
Estábamos finalizando la campaña masiva de vacunación de covid-19, iniciando la de los niños y administrando la tercera dosis para mayores cuando, de repente, surge con fuerza una nueva variante, la ómicron, que altera nuestras vidas y nuestros planes navideños.
En estos momentos, lo más urgente sería implementar aquellas medidas que tienen mayor impacto con menores efectos secundarios. Entre ellas, retrasar las grandes aglomeraciones e implantar el teletrabajo al menos hasta finales de enero. Y reforzar la atención primaria y los sistemas de vigilancia epidemiológica
La sexta ola de covid-19 se producirá en un contexto de inmunización generalizada con un impacto en vidas humanas más leve. Sin embargo, debemos cuidar de las personas con mayor susceptibilidad.
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València