Las intoxicaciones por micotoxinas parecieron jugar un papel importante en las catastróficas campañas de las tropas francesas y alemanas en esos dos momentos clave de la historia.
Stalingrado, hoy Volgogrado, es símbolo de la resistencia rusa y del fracaso nazi. Numerosos libros, novelas y películas han inmortalizado aquella cruenta y larga batalla.
“Los versos satánicos” no ha sido la primera novela, ni será la última, que ha provocado la ira de un fanático que no conoce los matices de la literatura. El nazismo también nos da algunas claves.
En una villa del barrio berlinés de Wannsee se reunieron hace 80 años jararcas nazis para programar lo que dieron en llamar la “solución final” o exterminio del pueblo judío. Una reciente película testimonia las actas de tan macabra reunión.
En todas las épocas ha habido dirigentes públicos. El artículo expone algunas ideas relevantes sobre el liderazgo político que usualmente suelen minusvalorarse e ignorarse.
El expolio nazi movilizó una parte considerable del patrimonio cultural europeo. Esta operación de pillaje abarcó mucho más que la pintura y los judíos no fueron sus únicas víctimas.
La exitosa estrategia de acoso y derribo de la República de Weimar que siguió el Partido Nacional Socialista constó de varios elementos, como culpar de todo al gobierno de turno o crear una amalgama de potenciales enemigos.
¿Hay algún aire de familia entre los principios propagandísticos enunciados por Goebbels y las directrices de la infodemia que nos asola? De ser así ¿no convendría tomar nota y desintoxicar internet?
Los diferentes programas condujeron al asesinato de más de 250 000 enfermos, en lo que puede ser catalogado como el acto criminal más relevante de la historia de la medicina.
Hitler estuvo tentado de emplear gases nerviosos durante la II Guerra Mundial. Afortunadamente no lo hizo, pero su perversa idea sentó las bases de una línea de investigación sobre armas químicas que serían usadas varias décadas después en Oriente Próximo.
Cuando la historia se repite deviene farsa. Reparamos en el showman y obviamos las causas que mueven a su legión de seguidores. Conviene tener en cuenta los antecedentes históricos del fenómeno.
A través de la arquitectura, el diseño y los medios, Hitler fomentó el mito de ser un hombre hogareño, culto y pacífico, para distanciar al dictador de sus políticas crueles.
Hace ahora 73 años, en abril de 1947, el Dr. Leo Alexander sometió a consideración del Consejo para los Crímenes de Guerra contra el nazismo diez puntos que pusieron los cimientos de la bioética. Estos diez puntos constituyen el Código de Núremberg.
La prevención de los genocidios debe ser una prioridad de nuestra sociedad, tal como establece la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, al garantizar el derecho a no sufrir discriminación por origen racial, étnico, o de religión, y la inviolabilidad de la dignidad humana.
En una era de resurgimiento de los extremismos políticos en todo el mundo, comprender el trienio de 1930 a 1933 en Alemania es una auténtica lección para el presente.
Explicar por qué vuelve el rechazo a los judíos en un continente que vivió la gran tragedia del siglo XX no es imposible, basta con echar la vista atrás y asumir que quien sufre dicho rechazo puede ser cualquiera.
Aunque el Holocausto es uno de los genocidios mejor documentados de la historia, los datos cuantitativos disponibles son limitados. Un nuevo estudio investiga el número de muertes por día.
Profesor de Psicología Criminal, Psicología de la Delincuencia, Historia de la Psicología, Perfilación e investigador psicosocial. Experto en historia de la novela gráfica., Universidad Camilo José Cela