Los horarios laborales y las múltiples actividades hacen que muchos padres y madres se planteen cuándo es correcto o legal que sus hijos menores se queden solos en casa.
Para conseguir el bienestar de las personas trabajadoras, no es suficiente con que se respeten los tiempos de trabajo y de descanso. Hace falta también dotar de flexibilidad a la jornada laboral.
La empresa debe dejar de considerar normal la conectividad permanente de sus trabajadores. Una conciliación real y efectiva debe partir de un cambio en la cultura organizativa, empezando por la cúspide.
“No tengo tiempo”. ¿Cuántas veces hemos escuchado y pronunciado esta frase? El tiempo es uno de los valores más preciados de la sociedad moderna y nunca nos sobra. Así podemos gestionarlo y aprovecharlo.
Profesor contratado doctor y vicedecano de la Facultad Ciencias de la Educación e Investigador y coordinador de la Cátedra Joaquim Molins Figueras Childcare and Family Policies, Universitat Internacional de Catalunya