Entrada a Auschwitz II-Birkenau.
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La última placa que se colocó en el Monumento Internacional a las Víctimas del Campo está escrita en judeoespañol, en recuerdo de los miles de judíos sefardíes que perecieron en Auschwitz.
Ejemplar de La Luz, periódico ladino publicado en Constantinopla en 1865, en Plovdiv en 1903 y en Sofia entre 1907 y 1914.
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La lengua hablada por los judíos españoles tras la Expulsión sigue viva y en constante evolución, aunque sea poco conocida en su país de origen.
Fiesta judía en Tetúan (Alfred Dehodencq, 1865).
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La historia del ladino o judeoespañol salta de vez en cuando a la actualidad, pero permanece la mayoría del tiempo injustamente olvidada en España.