Los ejercicios hipopresivos tienen fama de reducir la cintura. Y aunque es verdad, no es el mayor beneficio que se deriva de practicarlos. Entre otras cosas ayudan a compensar todos los aumentos de presión que transmitimos al suelo pélvico y al abdomen, además de prevenir la incontinencia.
Aunque no la incluyamos en nuestra rutina deportiva, la musculatura pélvica también debe ejercitarse. De lo contrario, podrían desarrollarse diferentes patologías, también en el caso de los hombres.
En materia de salud siguen triunfando formas de actuación excesivamente generalistas. La medicina de precisión pretende que la atención al paciente sea personalizada.
Últimamente se ha popularizado la atención sanitaria dirigida a mantener en buen estado el suelo pélvico. Normalmente en referencia a la salud de la mujer durante el embarazo, el postparto y el envejecimiento. Pero el sexo masculino también es sensible a trastornos uro-sexológicos de tipo muscular.