Más del 80% de las aplicaciones que envían datos personales podrían estar incumpliendo la ley de protección de datos sin conocimiento de los usuarios. Proyectos como autoGDPR, de la UPM, proponen ayudar a velar por esa privacidad violada.
El almacén de datos en la nube es cada vez más utilizado por todos, también por sistemas de salud y la banca. Los datos quedan en manos de terceros, los que tienen las máquinas que ofrecen la nube. ¿Cómo podemos confiar en ellos?
La evolución de la tecnología blockchain podría generar una gestión de datos más funcional, global, rápida y segura, que proporcionaría a los pacientes el control sobre sus historiales médicos.
El marketing telefónico es una de las acciones comerciales que más molestan a los consumidores. Con la entrada en vigor de la ley ‘antispam’ quedan prohibidas las llamadas no autorizadas. Pero puede que las hayamos autorizado sin saberlo.
El Instituto Nacional de de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI) tiene la facultad de sancionar a las autoridades que no cumplan con la presentación de información pública.
El acelerado avance de tecnologías como ChatGPT ha sembrado la confusión entre usuarios y legisladores. ¿Hasta qué punto debe regularse sin renunciar a las oportunidades que ofrece?
LastPass, uno de los gestores de contraseñas más utilizados del mundo, ha sufrido una brecha de seguridad. ¿Qué consecuencias tiene un incidente de estas características? ¿En qué puede afectar a las personas que tenían sus contraseñas en LastPass? Y, lo más relevante, ¿es seguro seguir utilizando los gestores de contraseñas?
Si se emplean programas de vigilancia, debe establecerse una norma que lo prevea y que contenga las garantías adecuadas para no vulnerar derechos fundamentales y para garantizar que su uso es proporcionado.
Para el uso de los fondos Next Generation en investigación va a resultar indispensable redefinir la composición de los equipos de trabajo e incorporar personal encargado del cumplimiento normativo.
Crecen los ciberataques a empresas y organizaciones, que deben aumentar las medidas de previsión y monitoreo para evitar sus consecuencias: pérdida de confianza, multas y daños a la gestión.
Muchos adultos desconocen qué normas hay o qué deben tener en cuenta cuando los más pequeños utilizan móviles y tabletas. Además, no todos los desarrolladores las cumplen.
Los cambios en las condiciones de servicio de la aplicación que entran en vigor el 15 de mayo ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre la ciudadanía digital.
Los datos no son una materia estanca, de un equipo en particular. Son manipulados por casi todas las personas y áreas de las organizaciones y por eso es necesario apostar e invertir por una “cultura del dato”.
El físico y cosmólogo sueco advierte de que si la inteligencia artificial va a avanzar, debemos asegurarnos primero de que crezcan los conocimientos con los que vamos a manejarla.
Mucho cuidado: cuanta más información se comparte en la red, mayor es la exposición del menor a riesgos como el robo de datos, el acoso escolar o cibernético, la suplantación de identidad, o de consecuencias negativas en su futura vida personal o profesional.
Un estudio de IE University muestra que los europeos nos hemos vuelto más tolerantes con el uso de datos personales por la crisis sanitaria. Este cambio de actitud abre nuevos debates sobre privacidad.
Las medidas como las denominadas “Arcas de Noé” de carácter voluntario planteadas para evitar el repunte de contagios, así como la posible geolocalización con la finalidad de controlar posibles zonas calientes de contagios, son perfectamente adecuadas a la normativa vigente sobre protección de datos.
Vigilar los remitentes de los correos y no descargar aplicaciones de origen desconocidos son algunas de las claves para evitar que roben nuestra información sensible, o la de nuestra empresa.
El país asiático ha frenado la epidemia con una aplicación móvil en la que, aportando datos personales, se gestiona información sobre la enfermedad. ¿Podría replicarse en España sin vulnerar derechos?
¿Debemos aceptar que se compartan los datos que los robots de limpieza recogen en las viviendas? ¿Qué límites se deben imponer? ¿Qué mecanismos tenemos para ejercer nuestros derechos?
Profesora agregada. Directora del Máster Universitario en Seguridad de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, UOC - Universitat Oberta de Catalunya