No se sabe muy bien de dónde salió este falso mito, uno de los más persistentes de la neurociencia. En realidad, lo utilizamos al 100%, aunque desconozcamos en buena medida cómo.
¿Quién no ha puesto la casa patas arriba buscando unas llaves, un libro o cualquier otro objeto que parece que se ha tragado la tierra? Los seres humanos disponemos de un don innato para el olvido. Paradójicamente, a veces no logramos borrar de la memoria experiencias ingratas.
Si algo hace especialmente sorprendente y fascinante al cerebro es su capacidad de cambiar en respuesta a los estímulos externos e internos. Esta automodificación es necesaria para el desarrollo del cerebro y para responder de manera efectiva a los estímulos que recibimos.
Profesora del Departamento Psicología/ Psicología Básica. Grupo de investigación HUM-891 Investigación en Neurociencia Cognitiva, Universidad de Almería