Solo las 63.000 búsquedas de Google cada segundo generan 500 kilogramos de CO₂. La huella de carbono del consumo tecnológico debería dejar de ser invisible.
Aunque no emiten gases durante su uso, la huella de carbono del ciclo de vida de los coches eléctricos sigue siendo elevada debido a la fabricación de las baterías y su elevado peso.
El consumo de los ciudadanos es el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero: entre el 60 y el 75 % están ligados al transporte, la comida, la ropa y la climatización.
Aumentar la ambición de los compromisos de reducción de emisiones y crear un fondo para ayudar a los países en desarrollo en la transición son los dos objetivos más importantes de la conferencia.
Cuestiones como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad están relacionadas con la situación de crisis que vivimos. Tengámoslas en cuenta.
Carentes de medidas eficaces para reducir sus emisiones, las aerolíneas y otros agentes del sector aéreo responsabilizan a los pasajeros y les piden elegir la opción menos contaminante.
La desinformación y las mentiras se utilizan regularmente para socavar la evidencia científica sobre el cambio climático. Aquí desmontamos cinco falsos mitos negacionistas.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de plástico en la era del vinilo no son comparables con las de los inmensos servidores en la nube de la actualidad.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Profesor del Departamento de Ingeniería Química Industrial y del Medio Ambiente. Miembro del Grupo de Tecnologías Ambientales y Recursos Industriales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)