La influencia de las grandes compañías internacionales traspasa fronteras y las decisiones de mitigación del cambio climático que se toman desde la matriz tienen el potencial de afectar a distintas partes del mundo. ¿Son sus objetivos de reducción de emisiones lo suficientemente ambiciosos?
Los efectos negativos sobre el medio ambiente derivados del cambio climático se extienden por las Américas, generando impactos en los derechos de las personas y poniendo en riesgo a las generaciones futuras.
¿Cómo funcionan las instituciones internacionales de ayuda al desarrollo, cuáles son las más importantes y qué transformación necesitan para mejorar la financiación climática?
Julio fue el mes más caluroso jamás registrado y nos llevó a un ascenso de las temperaturas por encima de 1,5 grados. ¿Significa que se acabó la partida? ¿Que debemos tirar la toalla?
Un reciente estudio sugiere que los objetivos climáticos nacionales actuales podrían bastar para estabilizar el calentamiento global en 1,7-1,8°C en este siglo. Pero hay que acelerar las medidas de mitigación.
Iman Rahimzadeh Kivi, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA - CSIC) and Víctor Vilarrasa Riaño, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA - CSIC - UIB)
Uno de los principales temores sobre las tecnologías de eliminación de dióxido de carbono es que haya fugas. Los autores han comprobado que no tienen por qué producirse si se elige el emplazamiento adecuado.
No hacer una transición adecuada hacia la neutralidad climática implica riesgos regulatorios, reputacionales y de supervivencia para las empresas, y mayores riesgos climáticos (el aumento de la temperatura del planeta y del nivel del mar, entre otros).
En los últimos 30 años se han planteado distintas estrategias para reconocer la responsabilidad de los países desarrollados y la situación de desventaja de los menos favorecidos.
Tras los confinamientos por la pandemia se ha producido un repunte de emisiones y los compromisos de los países siguen siendo insuficientes para evitar un calentamiento superior a 1,5 °C.
H. Damon Matthews, Concordia University and Glen Peters, Center for International Climate and Environment Research - Oslo
El reloj utiliza la tendencia de emisiones de los últimos cinco años para estimar cuánto tiempo queda hasta que el calentamiento global alcance el umbral de 1,5 °C.
Aumentar la ambición de los compromisos de reducción de emisiones y crear un fondo para ayudar a los países en desarrollo en la transición son los dos objetivos más importantes de la conferencia.
Aunque la reunión puede ayudar a poner el cambio climático en el foco de la atención pública y mediática, en la práctica es difícil que salgan de ella compromisos materializables o progresos reales.
En el 2020, los Estados tenían que actualizar sus compromisos para reducir emisiones. Siguen siendo demasiado poco ambiciosos como para disminuir lo suficiente los gases causantes del cambio climático. El Acuerdo de París está fracasando.
El impulso a la inversión sostenible va a venir a través de las entidades reguladoras y las exigencias de los nuevos inversores. Los mileniales prefieren inversiones que se alineen con sus valores.
El cumplimiento del Acuerdo de París es indispensable para la salud planetaria. Pero todavía existen contradicciones e inercias que dificultan la puesta en práctica de las medidas necesarias.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido regresar al Acuerdo de París. Es decisivo para mitigar el calentamiento global: el gigante norteamericano es uno de sus principales causantes y su postura sirve de ejemplo moral.
¿Está la UE luchando adecuadamente contra el cambio climático? No del todo, porque la fabricación de productos en países como China o India que serán luego consumidos por los europeos se traduce en fugas masivas de emisiones de CO₂, con lo que la contaminación no desaparece, sino que viaja de un lugar a otro del planeta.
Nuestros últimos estudios sugieren que el metano, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono, se está acumulando en la atmósfera debido a la actividad humana.
Profesor Asociado de Economía Aplicada e Investigador del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Enseignant-chercheur, Laboratoire des sciences du climat et de l’environnement (LSCE), Université de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines (UVSQ) – Université Paris-Saclay