La soledad no deseada en personas mayores aumenta y la puesta en marcha de experiencias intergeneracionales emerge como clave para la inclusión. El Ayuntamiento de Vitoria y varias investigadoras han puesto en marcha experiencias y actividades con personas mayores, de mediana edad y jóvenes para estrechar lazos y derribar estereotipos.
Solo el 3 % de las personas que aparecen en publicidad son mayores de 65 años, a pesar de representar el 20 % de la población. Sin embargo, parece que algo está empezando a cambiar.
Aprovechar la sabiduría y experiencia de las personas mayores va en beneficio de ellas mismas y de la sociedad en su conjunto. ¿Cómo se puede potenciar este envejecimiento productivo?
La comunicación entre generaciones es la vía más eficaz para la sostenibilidad del planeta y de la sociedad. Profiguración es un término original que define un nuevo pacto social intergeneracional.
Se da la paradoja de que, por un lado, existe la discriminación laboral por cuestiones de edad (y hay sentencias que así lo demuestran), a la vez que las empresas pierden conocimiento específico con la jubilación de los mayores.
En contra de la creencia popular, los empresarios de más edad que empiezan un negocio a partir de los los 50 tienen más probabilidades de crear innovaciones disruptivas capaces de provocar cambios importantes.
El envejecimiento de la población española y el aumento de la esperanza de vida hacen necesario que se destinen nuevos recursos y servicios para los mayores de 55 años. Y eso es algo que las comunidades autónomas deben atender.
Borja Doncel García, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
El edadismo o discriminación por la edad es considerada la tercera gran forma de discriminación, por detrás del racismo y el sexismo. Paradójico en un momento en que todos ansiamos ser lo más longevos posible.
En España sube la contratación de seguros privados pero las personas mayores de 65 años y quienes sufren enfermedades crónicas tienen más dificultades para contratar una póliza, o deben pagar más por ella.
Tras analizar el trato que le hemos dado a los mayores durante lo más duro de la pandemia, quienes trabajan con ellos consideran que les hemos arrebatado su capacidad de toma de decisiones bajo el argumento de protegerlos.
En 2020, por primera vez en la Historia, las personas mayores de 60 años superan en número a los menores de 5 años. Parece razonable considerar la necesidad de un marco de acción enfocado al envejecimiento saludable.
Hay mucha vida después de la jubilación, con más calidad que nunca. Y cuanto más activa sea esta etapa vital, más se retrasa el envejecimiento funcional.
Los programas intergeneracionales son claves para el futuro de la sociedad. Con ellos los jóvenes aprenden a valorar el potencial y el conocimiento de los mayores y estos se sienten útiles.
Ciudades más accesibles, sistemas productivos más adaptados al capital sénior y flexible a su jubilación, espacios colaborativos y recursos socio-sanitarios que fomenten la autonomía personal, entre otras.
La soledad no deseada no entiende de edad, ni de nivel económico y social, tampoco se ciñe a una zona determinada del planeta. La pandemia afecta también a España, que será en 2050 uno de los países más longevos del mundo.
Hogares donde conviven hasta cuatro y cinco generaciones. Vivimos un momento histórico de madurez demográfica. ¿Cómo afecta al Estado de Bienestar? ¿Preparados para afrontar el reto intergeneracional?
Enfermero en Osakidetza - Servicio Vasco de Salud. Profesor asociado a la Facultad de Medicina y Enfermería. Investigador en los grupos de investigación "Enfermería Clínica y Salud Comunitaría" (Biocruces Bizkaia) y "AgeinOn" (UPV/EHU), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea