Los mercados tienen cada vez más en cuenta las opciones de inversión en las que priman la sostenibilidad medioambiental, el compromiso social y una gobernanza corporativa ética y transparente. Y Europa legisla para que estos criterios se cumplan en su territorio.
Europa lanza una iniciativa legislativa para sustanciar las etiquetas eco y poner fin a alegaciones medioambientales engañosas (ecoblanqueo) por parte de la industria textil europea.
No hacer una transición adecuada hacia la neutralidad climática implica riesgos regulatorios, reputacionales y de supervivencia para las empresas, y mayores riesgos climáticos (el aumento de la temperatura del planeta y del nivel del mar, entre otros).
El aumento de las energías renovables requiere materias primas críticas como el coltán, algunas tierras raras y el litio, cuya extracción debe hacerse garantizando la preservación de la naturaleza, y no en países sin controles ambientales.
La lentitud de los procesos burocráticos y una normativa no adaptada a las nuevas tecnologías son algunos de los factores que más frenan el desarrollo de las empresas de bioeconomía circular.
El Pacto Verde Europeo no hace distinciones. España tiene que cumplir. De aquí a 2050 quedan menos de 30 años para lograr emisiones 0. ¿España está en condiciones de responder al desafío?
La única forma de reducir las emisiones drástica y rápidamente es disminuyendo el consumo de manera programada, con reconversiones profundas y diálogo social.
Paisaje nivelado artificialmente con monocultivo intensivo de cítricos en el sureste español. Esta apariencia “verde” está sustentada por elevados insumos y una baja biodiversidad.
Carolina Boix Fayos
Carolina Boix Fayos, Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC)
La estrategia europea “De la granja a la mesa” pretende cambiar desde la producción al consumo de alimentos. ¿Cómo conseguiremos alimentarnos sin perjudicar al medio ambiente y con justicia social?
Salinas Grandes, en Jujuy, Argentina, zona de extracción de litio para baterías.
Shutterstock / M. Etcheverry
Los acuerdos para frenar el cambio global deben tener una visión social y solidaria, para que todos los pueblos del planeta salgan beneficiados, y no haya regiones marginadas ni explotadas.
Europa apuesta por el ferrocarril, un medio de transporte sostenible, eficiente y seguro. La meta es sacar de las carreteras de la UE a la mitad de los vehículos rodados.
La economía circular busca aprovechar al máximo los recursos, a diferencia del modelo lineal vigente que los toma de la naturaleza para luego fabricar, usar/consumir y desechar. El turismo también ha de ser circular. O no será.
El impulso a la inversión sostenible va a venir a través de las entidades reguladoras y las exigencias de los nuevos inversores. Los mileniales prefieren inversiones que se alineen con sus valores.
La inversión en energía renovable y la promoción de vehículos eléctricos no son suficientes para limitar el calentamiento global. Necesitamos un cambio socioeconómico que no podemos demorar más.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, durante la presentación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española en el palacio de La Moncloa el 7 de octubre de 2020.
Pool Moncloa / JM Cuadrado
Catedrática de Historia e Instituciones Económicas, (UPNA). Directora del Institute for Advanced Research in Business and Economics (INARBE), Universidad Pública de Navarra
Profesor Asociado de Economía Aplicada e Investigador del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Profesora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática y miembro del Grupo de Investigación en Energía, Economía y Dinámica de Sistemas, Universidad de Valladolid