Leer es un acto ‘no natural’ que nos obliga a transformar en un acto visual lo que normalmente es auditivo (el lenguaje). Una buena base se cimenta en cinco pilares.
Un topónimo es útil si cumple con su cometido. Cuando se enfríe la lava y se necesite tener referencias para recorrer el lugar, marcar límites, gestionar el territorio, aparecerán los topónimos nuevos.
Cada escuela lingüística se centra en un papel del lenguaje: el pensamiento, la cultura, la creación. Las lenguas definen la realidad y al mismo tiempo la crean, permitiendo que pensemos y sintamos.
La interferencia del poder político en los topónimos y antropónimos de un idioma no es nueva, pero es necesario analizar los aspectos lingüísticos de la decisión.
La mayoría de las palabras que usamos para hablar de volcanes vienen del latín y el griego. Ofrecemos un breve glosario etimológico de los términos para comprenderlos mejor.
Más que clichés para periodistas perezosos, los ‘snowclones’ son recursos creativos para revestir la crisis de una pátina de normalidad. Creatividad lingüística para digerir un poco mejor la conmoción.
Los refranes son una fuente de sabiduría y cultura, producto de una época y un lugar. A menudo aplicables de forma universal, pero sujetos al paso del tiempo.
Las fiestas locales marcan el ritmo del paso del tiempo desde hace siglos. Repasamos los orígenes de las palabras ‘feria’, ‘verbena’, ‘juerga’: los días especiales que puntúan el transcurrir de las estaciones.
Se pone de moda recurrir a los nombres científicos de las plantas, obviando la riqueza e importancia de los nombres que se les ha dado durante generaciones. Pero el léxico propio aporta información.
Las tautologías, esas afirmaciones tajantes, no por obvias menos necesarias, tienen una estructura sintáctica particular. Las usamos mucho más de lo que nos damos cuenta.
Los diccionarios son intentos de catalogar y definir con palabras las propias palabras. No son ni mucho menos objetivos, y la historia de cómo ha ido cambiando la definición de ‘mundo’ es ilustrativa.
Casi siempre hablamos a los enfermos de cáncer haciéndoles sentir aún más conscientemente la gravedad de su enfermedad. Palabras como “ánimo” o frases del tipo “vas a ganar esta batalla” no ayudan a enfrentarse a ella.
El uso flexible de las lenguas por parte de todos los participantes en el proceso educativo propicia un aprendizaje sólido y significativo. Las lenguas pueden complementarse y emplearse en conjunto en el aula en lugar de que compitan las unas contra las otras.
Entender las diferencias entre entonaciones de unos idiomas a otros es fundamental para una verdadera convivencia multicultural en las ciudades contemporáneas.
La misoginia del refranero español no es exclusiva de nuestra lengua, como demuestran estudios en otros idiomas. El lenguaje en sí no es sexista, pero refleja y reitera patrones culturales de desigualdad.
Los contenidos lingüísticos, y específicamente gramaticales, impartidos en las enseñanzas medias deben ir cambiando a medida que avanza el conocimiento por parte de los lingüistas. Por eso es habitual escuchar a los mayores decir en ocasiones: “Cuando yo lo estudiaba, eso no se llamaba así”. Sepamos si es útil aprender las reglas sintácticas y si estas siguen siendo las mismas que hace años.
Director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC) y Director de la International Chair in Cognitive Health (ICCH) en la Universidad Nebrija, Universidad Nebrija