En un año que termina con una cumbre del clima histórica, hemos publicado artículos sobre la descarbonización, el impacto de las energías renovables, la adaptación al calor, la contaminación química y la pérdida de biodiversidad, entre otros temas.
La deforestación, la fragmentación de los hábitats y las enfermedades están diezmando las poblaciones de primates de la Mata Atlântica en el sudeste y sur de Brasil, y poniendo así en peligro la supervivencia de los bosques.
Jaime Bosch, Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo - CSIC) and Barbora Thumsová, Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo - CSIC)
Los autores han comprobado en un reciente estudio que el calentamiento global está aumentando la incidencia en España de los ranavirus, capaces de extinguir poblaciones enteras de anfibios. La rana pirenaica es una de las especies más amenazadas.
Existen millones de especies en la Tierra que aún no se han descrito y no hemos oído hablar de la mayoría de las que sí están registradas. Mejorar la cultura científica de la sociedad sobre biodiversidad es fundamental para frenar una sexta extinción masiva.
La actividad humana modifica las poblaciones animales. Esto afecta al riesgo de emergencia de patógenos compartidos, con consecuencias sobre la conservación de la biodiversidad y sobre la salud.
La estabilidad ambiental de los últimos 250 millones de años ha facilitado la explosión de especies en los océanos. ¿Romperá el ser humano ese equilibrio natural?
La agricultura intensiva y la pérdida de hábitat provocan una intensa disminución en el número y la variedad de especies de insectos. Preservar espacios naturales en los cultivos puede reducir hasta nueve veces dichas pérdidas.
La pérdida de especies debida a la actividad humana podría llegar a alcanzar las cifras de las grandes extinciones masivas de la historia de la Tierra. ¿Somos conscientes de la catástrofe que vivimos?
Sergi Herrando Vila, CREAF - Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales and Lluís Brotons, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
La banda sonora de la naturaleza ha sufrido un deterioro crónico en las últimas décadas. La pérdida global de biodiversidad es una de las realidades que mejor lo explica.
Basar las decisiones sobre cambio climático y conservación en una sola investigación, aunque aparezca en una revista académica reputada, puede traer consecuencias indeseadas si resulta que es errónea.
Luz Boyero, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La pérdida de especies, que afecta especialmente a los países en vías de desarrollo, supone un desequilibrio planetario que cambia el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios que nos aportan.