Cuando el coronavirus toma el control de nuestras células produce copias de su genoma como una fotocopiadora fuera de control. Por suerte, nuestro sistema inmune es bastante eficaz como antivirus.
Albert Bosch, Universitat de Barcelona; Gloria Sánchez, Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA -CSIC); Rosa M. Pintó, Universitat de Barcelona, and Susana Guix, Universitat de Barcelona
La vigilancia del SARS-CoV-2 en las aguas residuales constituye una herramienta de alerta rápida para anticipar la aparición de casos y permitir que nos adelantemos a nuevas olas de la pandemia.
Algunos de nuestros parientes más cercanos pueden infectarse con el nuevo coronavirus, desarrollar síntomas de COVID-19, transmitir el virus y responder formando anticuerpos protectores.
Es el momento de analizar bien la crítica situación sanitaria actual y obtener enseñanzas que nos ayuden a prevenir y superar la próxima ola o pandemia.
Una nueva controversia sobre el SARS-CoV-2 sacude las redes sociales. Según Luc Montagnier, Nobel de Medicina, el SARS-CoV-2 habría sido diseñado por el hombre y contendría genes del virus del sida. Pero las investigaciones dicen lo contrario.
La situación actual puede servir de ensayo para repensar una gran crisis aún más compleja de gestionar y atajar que la pandemia del coronavirus: la del cambio climático.
Castigar con la exclusión del espacio es una idea muy antigua que ahora se pone de manifiesto con la crisis del coronavirus. El pueblo ordenado y acuartelado se considera una maquinaria disciplinada. Nuestro comportamiento está regulado y nuestra mente, poco a poco, se irá adaptando a ese proceso por un motivo: es lo que se espera de nosotros.
¿Tos, mocos, fiebre, dolor muscular? Si el origen es bacteriano, se suele solucionar con unas dosis de antibiótico. Pero cuando el origen es vírico la situación se complica.
Las autoridades de salud pública en los EEUU advierten que el coronavirus, que se ha propagado en distintas partes del país, se avecina y el país necesita estar preparado.
Rodolphe Gozlan, Institut de recherche pour le développement (IRD) and Soushieta Jagadesh, Institut de recherche pour le développement (IRD)
Ébola, Nipah, SARS, fiebre de Lassa, Covid-19, Zika… Transmitidas por animales, todas estas peligrosas enfermedades han surgido recientemente. ¿Por qué están emergiendo? ¿Se teme un futuro un brote de gran magnitud?
En 2030, la OMS prevé colgarle el cartel de “enfermedad erradicada” a la hepatitis C. Una enfermedad vírica que nos brinda un excepcional ejemplo de éxito de investigación multidisciplinar.
Mariano Esteban, Centro Nacional de Biotecnología (CNB - CSIC)
El mundo entero anda preocupado por el coronavirus 2019-nCoV, sin escatimar en recursos para contener su avance. Pero no es el único virus que nos pone las cosas difíciles. Estas son las razones.
La OMS incluyó entre las diez principales amenazas a la salud en 2019 la amenaza de pandemia gripal, destacando el papel de la vacunación. Aún así, le seguimos poniendo pegas (infundadas) a la vacuna.
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Catedrática de Sanidad Animal y codirectora del Grupo de Virus Animales. Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la SEV., Universidad Complutense de Madrid
Contratada Doctora Interina. Departamento de Ciencias Médicas. Área de Microbiología. Laboratorio de Virología Molecular., Universidad de Castilla-La Mancha
Profesor Titular de Universidad, Departamento de Ciencias Médicas, Área de Microbiología, Laboratorio de Virología Molecular, Universidad de Castilla-La Mancha