Por qué salen de su país y cómo. Qué esperan encontrar en el nuestro y qué futuro les espera. La respuesta a estas cuatro preguntas nos acerca a la realidad de una de las infancias más desprotegidas.
Los niños en acogida están muy desatendidos por las administraciones, que no son conscientes de los problemas emocionales que sufren y de la dureza que les supone integrarse en el entorno escolar.