Los sistemas tradicionales de detección de delitos financieros están obsoletos. Las instituciones necesiten actualizar sus sistemas de detección criminal. La IA puede ser una aliada en esta lucha.
El principal problema de los cibercrímenes radica en la dificultad para traducir los ataques informáticos al derecho penal y determinar la infracción que suponen.
Con la población encerrada en sus casas, la comisión de delitos forzosamente se transforma. Analizamos las tendencias que empiezan a aparecer, importantes para prevenir y estar preparados.