Sudáfrica no se comprometió lo suficientemente pronto con las empresas farmacéuticas en las discusiones bilaterales para asegurarse un abastecimiento de vacunas temprano.
El mantra de “la COVID-19 no entiende de clases sociales” fue repetido durante los primeros meses de la pandemia para mostrar que todas las personas somos susceptibles de ser contagiadas. Pero no todos somos susceptibles de la misma manera.
Comunicar en tiempo de crisis ha sido uno de los grandes retos para los países, manteniendo un cierto equilibrio entre informar sin alarmar, pero alertando sobre los riesgos latentes. Un artículo publicado originalmente en la Revista TELOS editada por Fundación Telefónica.
Dejar en manos de la responsabilidad individual la solución a la pandemia diluye el énfasis en lo que los gobiernos deben hacer y va contra todo lo que hemos aprendido durante la pandemia y contra las mismas bases de las actuaciones de salud pública.
A pesar de que las noticias falsas son un peligro para la sociedad, se han realizado muy pocas investigaciones sobre su capacidad para alterar lo que la gente piensa.
La importancia de los contagios trasladados por los estudiantes que participaron en Mallorca en esos eufemismos que son los “viajes de estudios” es una nueva señal de que no lo estamos haciendo bien.
Un estudio de la Comisión Europea revela que el consumo de internet ascendió a una media de entre seis y siete horas y media diarias durante el confinamiento, lo que abrió la puerta a riesgos bien conocidos para millones de menores: ciberacoso, pornografía y desinformación, entre otros.
Ahora que tenemos vacunas contra la covid-19 empezamos a prestar más atención a otros aspectos, como el tratar de poner fecha al primer caso. En esta tarea los modelos matemáticos pueden ayudarnos.
Mucho se ha hablado sobre la variante Delta del SARS-CoV-2, anteriormente conocida como variante india (B.167.2), la mayor parte de las veces como una gran amenaza en ciernes. Pero ¿hay realmente motivos para la alarma?
Malavika Rao, Graduate Institute – Institut de hautes études internationales et du développement (IHEID)
Millones de empleados han protagonizado un éxodo rural en todo el país al escapar de las ciudades a sus hogares en los pueblos. No son migrantes: se les debe considerar desplazados internos.
Los sesgos son mecanismos cerebrales necesarios para tomar decisiones rápidas, pero pueden jugarnos una mala pasada si no aprendemos a detectarlos y controlarlos
Que planteemos vacunar en edades pediátricas en los países desarrollados cuando en otros países no tienen acceso a las vacunas, ni a otros recursos básicos de salud, nos debería hacer reflexionar como sociedad acerca de qué tipo de mundo queremos.
Para el abordaje multidisciplinar de futuras pandemias como la actual del SARS-CoV-2, es necesario contar con profesionales formados específicamente y es imprescindible tener un cuerpo de reflexión e investigación capaz de prever problemas y de plantear soluciones.
Los cerebros de personas fallecidas como consecuencia de la covid-19 presentan ciertas características similares a las encontradas en pacientes de enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson o el alzhéimer. Las conclusiones de un equipo de investigadores podrían ayudar a entender por qué muchos pacientes de covid-19 presentan alteraciones neurológicas, a pesar de que no han conseguido detectar la presencia del virus en cerebros de personas fallecidas.
Con el fin del estado de alarma, las comunidades autónomas carecen de cobertura constitucional y legal para limitar los derechos fundamentales y, así, este tipo de medidas han quedado sujetas a la autorización de los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos.
A menudo subestimamos los riesgos peligrosos porque los vemos lejanos, como en el caso del cambio climático, o porque creemos que los controlamos más de lo que realmente lo hacemos.
¿Es equivalente la inmunidad natural que confiere ser infectados a la que aportan las vacunas frente a COVID-19? Los último estudios sugieren que la inmunidad de los vacunados induce más protección que la inmunidad natural.
Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación y en Avances en Enfermedades Infecciosas y terapia antimicrobiana en la Facultad de Ciencias de la Salud, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)