En estos tiempos, la ciencia, la tecnología y la capacidad transformadora de la cultura y las ciencias humanas se han erigido como elementos fundamentales para el progreso de nuestras sociedades.
Los estudiosos de las artes y las humanidades tienen mucho que ofrecer, especialmente una vez que la intensidad de la cobertura científica y médica ha empezado a disminuir.
Los estudios clásicos en secundaria y bachillerato prácticamente han desaparecido. A pesar de que la cultura clásica está en un momento álgido, la rama de Humanidades no tiene demasiado protagonismo ni socialmente, ni en los planes de estudios. ¿Desaparecerán para siempre las asignaturas de Griego y Latín?
La reforma de la ley educativa propone eliminar la oligatoriedad de la asignatura de matemáticas en las modalidades de Ciencias y Ciencias Sociales. Esto llevará a que España siga en inferioridad de condiciones respecto a países que cuentan con profesionales mejor formados capaces de responder a las necesidades tecnológicas del siglo XXI.
Diderot soñaba con transformar la sociedad mediante un modo de pensar autónomo, no sujeto a los tópicos y a las inercias. Su empeño, aún necesario, se ve apoyado por plataformas como esta.
Las humanidades digitales abren nuevas posibilidades de trabajo con herramientas tecnológicas que permiten a los humanistas pensar en términos de datos o cuantificación. Esta labor práctica inaugura asimismo miradas críticas que pueden colaborar con una mejor comprensión del pasado y del presente mediado por la tecnología.
Las Humanidades digitales se forman en el diálogo entre las disciplinas de las humanidades, las ciencias sociales, los medios digitales y la computación. Prometen nuevas formas de acceder, estudiar y divulgar el pasado, la lengua y la cultura humana. Pero el desarrollo del campo implica variados retos en contextos de brechas digitales profundas como es el caso de América Latina.
¿Cómo educar e investigar en la IV Revolución Industrial? ¿Deben tener prioridad las ciencias duras (ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas, STEM) sobre las ciencias blandas, sociales y humanísticas? Este artículo repasa el coste y el impacto de una supuesta neutralidad ética y aboga por un nuevo contrato social que integre unas y otras.
“Me resulta muy complicado discernir lo virtual y lo real”, reconoce Mónica Nepote, cuya labor consiste en promover la literatura electrónica, nuevos formatos y soportes para el libro. Le preocupan los sesgos que introducen los algoritmos y la inteligencia artificial y subraya la necesidad de que los pensadores y los artistas se zambullan en el aprendizaje de las herramientas tecnológicas para que el progreso nos conduzca hacia un mundo más humano.
Urko Gorriñobeaskoa, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La comprensión pública de la ciencia como disciplina de conocimiento especial y superior al resto de saberes cambiaría radicalmente tras la detonación de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Científicos y expertos en humanidades y ciencias sociales tratan de concretar y matizar la descripción de la nueva época geológica concebida por el Premio Nobel de Química Paul Jozef Crutzen.
José Escamilla, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
En el 2030 las empresas valoran más un currículum de evidencias del desempeño profesional que un grado universitario. El Tecnológico de Monterrey ya prepara a los alumnos para ello.
Profesor Titular de Universidad de Matemática Aplicada. Área de interés: educación, divulgación y comunicación científica., Universidad Politécnica de Madrid (UPM)