La tecnología puede ser una herramienta clave para mejorar el control y el conocimiento de la pandemia, pero no debemos confiar la solución de una situación tan compleja únicamente a ella.
La mayoría de las comunidades autónomas ha llegado a acuerdos con Google o Microsoft para usar sus plataformas educativas. ¿A qué tipo de información tienen acceso? ¿Existen alternativas?
Las tecnologías basadas en pruebas de conocimiento cero permiten ceder ciertos atributos de los datos, sin revelar toda la información. Por eso respetan la privacidad.
La participación de la ciudadanía y la precisión de la localización son dos factores importantes que limitan la implantación de tecnologías para monitorizar a la población con datos móviles.
Skype, Zoom o WhatsApp: todas las aplicaciones de videollamada tienen vulnerabilidades. El usuario debe tener en cuenta diferentes factores para elegir la más adecuada según sus necesidades.
Vigilar los remitentes de los correos y no descargar aplicaciones de origen desconocidos son algunas de las claves para evitar que roben nuestra información sensible, o la de nuestra empresa.
¿Debemos aceptar que se compartan los datos que los robots de limpieza recogen en las viviendas? ¿Qué límites se deben imponer? ¿Qué mecanismos tenemos para ejercer nuestros derechos?
Tecnologías como el ‘big data’, el ‘machine learning’, las redes sociales y los dispositivos inteligentes permiten a las aseguradoras extraer información valiosa de fuentes antes imposibles.
El ‘big data’ es una herramienta muy potente para los investigadores, pero deben considerar los aspectos éticos de su utilización y su responsabilidad en la protección de los datos.
No está mal que las empresas utilicen nuestros datos para ofrecernos anuncios personalizados con nuestra autorización, pero algunas ya los usan para encarecer sus productos.
El entrenamiento de un sistema de inteligencia artificial debería hacerse en entornos de laboratorio y, en consecuencia, sobre un volumen de población concreto y con trabajadores cualificados.
Los asistentes virtuales y altavoces inteligentes nos espían. Un batallón de lingüistas nos escucha, aunque no durante las 24 horas del día. El asunto no es más peligroso que permitir a muchas aplicaciones acceder a nuestra agenda o nuestra cámara del móvil.
El movimiento Quantified Self engloba a una comunidad internacional que desarrolla y utiliza herramientas para monitorizar su día a día, es decir, para conocerse mejor a través de los números.
La Ley Electoral permite recoger datos sobre opiniones políticas de los ciudadanos de páginas web y otras fuentes de acceso público durante el periodo electoral.
Los desarrolladores buscan solventar errores y mejorar la interfaz y el rendimiento del ‘software’. Pero ¿pasa algo si no instalamos las nuevas versiones?
Expert in AI, Data and Tech for Development, Policy-making and Governance. Expert in biomedical and digital innovation., Universidad Politécnica de Madrid (UPM)