Fortaleza, robustez, y unas fosas nasales más anchas para oxigenar más la sangre. ¿La anatomía de los neandertales podría darles ventaja en los Juegos Olímpicos?
Una pareja de mujer neandertal y hombre ‘Homo sapiens’.
José Antonio Peñas (SINC)
Ellos, los neandertales, eran una especie debilitada. Migraron hacia el sur de la península ibérica al mismo tiempo que llegaron los nuestros, el Homo sapiens. Su encuentro fue la última convivencia con una especie distinta a la nuestra.
La cabeza de Shanidar Z, realizada por los hermanos Kennis para el documental de Netflix ‘Secretos de los neandertales’, a partir de escaneos 3D del cráneo reconstruido.
BBC Studios/Jamie Simonds
Los científicos aún no pueden determinar cómo se superponen los tejidos blandos a los huesos, por lo que esta reconstrucción de la mujer neandertal Shanidar Z se basa inevitablemente en licencias artísticas.
La Cueva del Arco, situada en el paraje de Los Almadenes en la localidad de Cieza (Murcia), se ha convertido en sitio de referencia para el estudio del mundo neandertal del sureste peninsular.
Fran Ramírez/Wikimedia Commons
Gracias a los avances científicos y a los hallazgos arqueológicos en la península ibérica, sabemos quiénes fueron realmente los neandertales. Su legado es indiscutible y llega hasta nuestros días.
Vista de las nuevas excavaciones frente a lo que queda actualmente de la Ilsenhoehle bajo el castillo de Ranis. Foto de Karen Ruebens. Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0.
Nuevos descubrimientos de fragmentos óseos en la cueva alemana de Ranis prueban la presencia de los primeros ‘Homo sapiens’ adaptados al frío en el norte de Europa, territorio ocupado por los neandertales, hace 45 000 años.
Las dos excavaciones: Ksar Akil (izquierda) y la cueva de Mandrin (derecha).
Reproducción fotográfica de Ksar Akil por cortesía del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, 998-27-40/14628.1.30.
Ludovic Slimak, Université de Toulouse III – Paul Sabatier
La colonización de Europa de Homo sapiens desde Oriente se produjo en tres oleadas. La primera, 12.000 años antes de lo que se creía. Esto descoloca la presencia de nuestra especie en el continente y su relación con los neandertales.
El aparato reproductor masculino, la columna vertebral y la garganta, tan vulnerable a atragantamientos, son errores de “diseño” de nuestra especie que muestran que somos fruto del azar, como tantas otras especies.
Una carnicería de hace 2,9 millones de años reabre el caso para identificar quién fabricó las primeras herramientas de piedra útiles, por ejemplo, para matar hipopótamos y machacar material vegetal.
Reconstrucción del aspecto de una joven denisovana a partir de análisis del ADN de restos de este homínido.
Maayan Harel
Los “humanos” anatómicamente modernos se cruzaron con los denisovanos en su travesía tras salir de África. Este hecho hizo que, muy probablemente, poseamos en nuestro material genético restos tanto de neandertales como de denisovanos.
Un padre y su hijo neandertal en el paisaje que rodeaba la cueva de Bolomor, en el levante español. La ilustración está basada en datos científicos.
Gabriela Amorós
No todo fueron glaciaciones y un frío inhumano. Los neandertales también disfrutaron de un clima cálido. El paleoarte refleja una escena cotidiana de un padre y su hijo junto a la cueva de Bolomor, en la costa mediterránea.
Vista general yacimiento con huellas de homínidos en la playa de Matalascañas, Huelva.
E. Mayoral
Neandertales y sapiens compartimos el mundo durante 100.000 años. Ahora sabemos que hubo encuentros que produjeron descendencia híbrida. Solo una de las dos especies sobrevivió.
El biólogo sueco Svante Pääbo, premio Nobel de Medicina 2022.
nobelprize.org
Svante pääbo, Premio Nobel de Medicina, se sacó de la nada toda una especialidad científica, a caballo entre la paleontología y la genética, que se beneficia de los avances en los dos campos. No cabe dudar de que ha realizado una proeza.
Reconstrucción de un neandertal por Fabio Fogliazza.
Museo de la Evolución Humana (Burgos).
Davinia Moreno, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Hace 115 000 años los neandertales ya estaban en Atapuerca. La Galería de las Estatuas podría ser uno de los yacimientos neandertales más antiguos de la Península Ibérica.
Muchos europeos y asiáticos tienen entre un 1% y un 4% de ADN neandertal. Con una población mundial actual de unos 8.000 millones de personas, nunca ha habido más ADN neandertal en la Tierra.
El refugio de la Gruta Mandrin fue utilizado repetidamente por los neandertales y los humanos modernos durante milenios.
Ludovic Slimak
Los artefactos de piedra y un diente fósil señalan que el Homo sapiens vivió en la Gruta Mandrin hace 54.000 años, en una época en la que los neandertales aún vivían en Europa.
Recreación de un hombre neandertal adulto.
Wikimedia Commons / Smithsonian / John Gurche / Chip Clark
Las pisadas de Matalascañas constituyen el primer registro indudable de huellas de homínidos neandertales encontradas en la península y son, hasta la fecha, las más antiguas del mundo para el Pleistoceno superior.
Un cráneo neandertal muestra traumatismos craneales, evidencia de antigua violencia.
Smithsonian National Museum of Natural History
Hace 300 000 años, había muchas especies de humanos sobre la Tierra. Ahora sólo quedamos nosotros, los homo sapiens, y probablemente somos el motivo de la desaparición de las demás.
Catedrático Paleontología. Centro Mixto ISCIII-UCM de Evolución y Comportamiento Humanos. Director científico del Museo de la Evolución Humana, Universidad Complutense de Madrid