Aunque en España el estrés laboral (donde el trabajo es la única causa que lo origina) no esté considerado una enfermedad profesional, sí puede derivar en accidente de trabajo.
El lugar de trabajo es punto de encuentro de personas de orígenes y comportamientos diversos. A veces hay compañeros de tóxicos y se deben tomar medidas personales y organizacionales para minimizar sus efectos negativos.
El trabajador debe ser considerado una pieza clave para alcanzar los objetivos empresariales y no un individuo que simplemente desarrolla una tarea y al que se le paga por ello.
El análisis objetivo sobre las causas de nuestros fracasos es fundamental para evitar, por un lado, un bajo autoconcepto, y por otro, justificarnos para no hacer los cambios que necesitamos hacer.
Si pasamos al menos la mitad de nuestro tiempo dedicados a tareas profesionales, es importante identificar qué pautas nos pueden servir para aprender a disfrutar en el trabajo.
Este síndrome, fruto de un estrés laboral crónico, es uno de los principales problemas de salud mental y la antesala de muchas patologías psíquicas. La pandemia no ha ayudado a reducir este fenómeno. Más bien al contrario. Pero hay instrumentos para combatirlo.
Con frecuencia, los directivos de las empresas reciben órdenes o indicaciones de arriba con consecuencias perjudiciales para otras personas. La historia nos proporciona ejemplos de los que aprender, para evitar los efectos indeseados de la obediencia ciega, sin ejercitar un espíritu crítico.
La falta de capacidad crítica, el no decir lo que se piensa en el momento preciso, incluso rebatiendo a los jefes, puede llevar a grandes desastres colectivos en las empresas.
¿Qué tiene que hacer una empresa cuando tiene en plantilla a un empleado de la categoría de Leo Messi? La clave es presentar un proyecto inspirador que vaya más allá del cheque a final de mes.
En su acuerdo de diciembre de 2019, la coalición PSOE-Podemos se comprometió a derogar la reforma laboral del gobierno de Rajoy (2012). La pandemia ha alterado los tiempos pero la propuesta está en marcha.
La pandemia ha puesto en peligro muchos avances en igualdad de género. Para recuperar el terreno perdido, las empresas deben ahora tomar medidas con un claro enfoque de género.
¿Cómo es posible que no se actúe y se permita un fraude o un error que puede tener consecuencias tan graves? La respuesta está en un fenómeno psicológico.
Inés Alberdi, premio Nacional de Sociología y Ciencia Política 2019, advierte de que a pesar de que la crisis cambiará aspectos de las relaciones sociales y laborales, al final, cuando esto pase, volveremos a nuestros hábitos de siempre.
Las medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno para proteger el empleo y las condiciones de los trabajadores no llegan a las empleadas de hogar y de cuidados, el colectivo laboral más vulnerable.
Profesor en el máster en Prevención de Riesgos Laborales. Consultor PRL para Fraternidad Muprespa. Grupo de investigación TR3S-i, Trabajo Líquido y Riesgos Emergentes en las Sociedad de la Información., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada y subdirectora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada. Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa UAH - Santander. Investigadora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, Universidad de Alcalá
Director del Master in Talent Management de Advantere School of Management / Profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas, Universidad Pontificia Comillas