Los meses de confinamiento impulsaron el desarrollo digital docente. Todo este conocimiento, acompañado de una formación adecuada, puede plantear un modelo que aproveche al máximo el contexto híbrido.
Velemos por el acceso, el contexto, la didáctica y la creatividad en el retorno a las aulas. Esos cuatro aspectos garantizarán una educación de calidad.
Las universidades han sobrevivido a la pandemia como han podido. Pero es hora de plantearse el regreso y de volver a una universidad con calidad. Estas cinco pautas son un punto de partida para plantearse la vuelta a clase con unos mínimos de calidad.
La incertidumbre rodea la vuelta a las aulas. Con los contagios de nuevo al alza, muchos centros educativos no podrán reanudar la actividad presencial. De cómo se organice la educación este curso depende el futuro de una generación.
Mientras en las escuelas rurales el acceso y la disponibilidad de los recursos digitales han estado condicionados durante el confinamiento, hay elementos como el entorno, los espacios abiertos y flexibles, los recursos naturales o las bajas ratios que harán que la calidad de la enseñanza sea mejor en la vuelta a la nueva normalidad que en la escuela urbana.
Digitalizar la docencia en la universidad no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Requiere una serie de adaptaciones al nuevo entorno que implican a muchos actores y un cambio en metodologías de trabajo. Antes de emprender este cambio es necesario tener en cuenta estos 10 aspectos fundamentales.
La pandemia ha obligado a repensar el modelo de escuela. Frente a los modelos presenciales o virtuales, el autor plantea la necesidad de implantar una fórmula híbrida y flexible.
Profesor de Ciencia Política. Vicedecano de Calidad y Prácticas Externas, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid
Consejero de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno vasco. Catedrático de Fisiología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea