Los asistentes virtuales tienen un lado oscuro, ya que son capaces de escucharnos aunque no lo sepamos. ¿Es consciente el consumidor de esto? ¿Le importa?
Teresa Romeu, UOC - Universitat Oberta de Catalunya et Montse Guitert, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
La enseñanza de una búsqueda crítica de información en internet debería ser parte de todas las asignaturas de manera transversal. Sin ello, no estamos educando ciudadanos competentes.
Muchos estudiantes creen que basta con introducir un término en el buscador y usar los primeros resultados: es necesario enseñarles a optimizar, afinar y seleccionar los resultados.
Interior del centro de datos de Google en Council Bluffs, Iowa.
Google
Solo las 63.000 búsquedas de Google cada segundo generan 500 kilogramos de CO₂. La huella de carbono del consumo tecnológico debería dejar de ser invisible.
Uno de los principales riesgos de los metaversos puede ser la obsesión por llevar vidas utópicas, con un progresivo alejamiento de la realidad y una posible inmersión irreversible para algunos.
Declarar el robo de nuestros datos, prohibir los algoritmos antipolíticos y dividir a las grandes tecnológicas son algunas de las posibles estrategias para poner freno al capitalismo de la vigilancia.
Reforzar la producción profesional de noticias garantizando la viabilidad económica de las empresas que las producen es una pieza clave para combatir la desinformación.
El confinamiento ha sido un escenario ideal para los ciberdelincuentes. Al haber mayor actividad en la red, ha habido también mayor exposición y por tanto más ventanas abiertas por donde intentar colarse.
No existe ningún servicio de internet que pueda garantizar una disponibilidad del 100%. Si confiamos en uno solo para todas las tareas, nos arriesgamos a que una caída nos afecte severamente.
Muchas aplicaciones ofrecen la posibilidad de iniciar sesión con una cuenta de Google o Facebook.
Shutterstock/Roman Pyshchyk
Si bien es más cómodo que crear una nueva cuenta en cada web o ‘app’ que utilizamos, iniciar sesión a través de algún proveedor externo como Facebook o Google supone riesgos para la privacidad.
La mayoría de las comunidades autónomas ha llegado a acuerdos con Google o Microsoft para usar sus plataformas educativas. ¿A qué tipo de información tienen acceso? ¿Existen alternativas?
Los proveedores de contenidos como Netflix, Google, Facebook y Amazon aprovechan la infraestructura de los operadores de internet sin pagar sus costes. Lo hacen amparados por la regulación europea.
Es una buena oportunidad para que el sector público y privado hagan un esfuerzo creando bases de datos abiertas. La falta de datos y análisis genera políticas incorrectas.
Bajo la superficie de las palabras digitales laten interesantes sistemas de marcado semántico para que las máquinas entiendan mejor sus significados.
Adonyi Gábor / PxHere
Creamos contenidos para influir sobre personas, pero tenemos que pasar previamente por el filtro de la máquina. Todo lo que escribimos y la manera en la que interactuamos en la red alimenta el poder de las grandes tecnológicas como Google, Facebook, Apple y Amazon.
Las grandes empresas tecnológicas dificultan el desarrollo de los agentes culturales tradicionales, pues controlan ya las industrias mediáticas digitales a nivel global.
Un Apple HomePod.
Ksenija Toyechkina / Shutterstock
El entrenamiento de un sistema de inteligencia artificial debería hacerse en entornos de laboratorio y, en consecuencia, sobre un volumen de población concreto y con trabajadores cualificados.
Los asistentes virtuales y altavoces inteligentes nos espían. Un batallón de lingüistas nos escucha, aunque no durante las 24 horas del día. El asunto no es más peligroso que permitir a muchas aplicaciones acceder a nuestra agenda o nuestra cámara del móvil.
La ruptura del acuerdo con Google posiblemente supondrá pocos cambios para los móviles Huawei con más de tres años: ya no tenían garantizadas las actualizaciones de seguridad de Google para Android.