Competir en determinados ámbitos es compatible con el respeto y la colaboración. Más allá del deporte o los juegos, la competitividad puede resultar excesiva y volverse contraproducente.
Mentimos continuamente, y es posible que ni siquiera sepamos que lo hacemos tanto. Los estudios del cerebro humano explican cómo el cerebro no busca la verdad y justifica sus actos por encima de todo.
¿Nos portamos mejor cuando otros nos miran? No exactamente: más bien tendemos a hacer lo que suponemos que las personas que nos observan esperan que hagamos. Se conoce como “efecto de la mirada”, y tiene más importancia de lo que imaginamos.
La resistencia al cumplimiento de las medidas necesarias para frenar la pandemia puede explicarse desde la óptica de los sesgos cognitivos descritos por la economía conductual.
Aunque, por lo general, el miedo nos lleva a cumplir las normas para evitar los contagios por la COVID-19, existen muchos otros factores psicológicos que nos conducen también a incumplirlas. Son los que nos hacen relajarnos y estar más expuestos a los contagios y a contagiar.
Profesor e investigador de la Sección de Genética Biomédica, Evolutiva y del Desarrollo. Director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, Universitat de Barcelona