En un estudio reciente, los autores han evaluado la percepción de las familias sobre el impacto del confinamiento y las clases en línea sobre el ánimo y la tranquilidad de niños y niñas.
El sistema español hace del ladrillo la mejor inversión para la jubilación aunque también esconde riesgos: imprevistos en la legislación, depreciación del mercado inmobiliario y costes de mantenimiento.
Aunque los niños y adolescentes suelen adaptarse a situaciones novedosas, el confinamiento ha perjudicado su bienestar emocional. Durante los meses de “encierro” los niños españoles lo pasaron peor que italianos y portugueses debido a unas medidas más restrictivas.
Desde el comienzo del confinamiento hasta hoy las familias han vivido en una montaña rusa de situaciones y emociones diferentes. Sin embargo, han aprendido de esta experiencia y hoy muchas relaciones familiares se han vuelto más sólidas.
Sabemos que el coronavirus ha generado importantes resonancias emocionales en los adolescentes. El desarrollo de una sólida inteligencia emocional les ayudaría a lidiar con las emociones difíciles.
Enviudar siempre es doloroso para quien lo vive, pero tal vez más en estos tiempos. Las mujeres suelen ser las más perjudicadas, no solo emocionalmente, también económicamente. Además, una viudedad puede agravar el estado de salud de quien la sufre y llevarle incluso a la muerte.
Los padres están obligados por ley a proteger la imagen de sus hijos. Los menores de 14 años no pueden tener presencia en las redes sociales. ¿Por qué hay cientos de niños “influencers” entonces? En Francia ya se ha propuesto una Ley del Youtuber Infantil, mediante la cual se requerirá permiso administrativo para este tipo de actividad.
Este curso promete tener altibajos constantes. Clases semipresenciales, confinamientos de las aulas ante casos positivos de COVID-19 o aprendizaje en remoto. Estas diez claves permitirán a docentes y familias transitar mucho más cómodamente por el aprendizaje “online”.
Aunque nuestra sociedad haya avanzado en algunos aspectos en lo que se refiere a los roles de género, el trabajo doméstico no es uno de ellos. Los hombres realizan más tareas del hogar ahora que hace unos años, pero siguen estando a años luz del tiempo que dedican las mujeres.
La administración tiene todas las competencias de salud en los colegios, pero la ley les permite que hagan uso de su propia autonomía pedagógica y que cada centro decida qué es lo mejor para sus alumnos. Es necesario ejercerla en estos momentos para ofrecer respuestas coherentes con la realidad de cada centro.
Estas seis pautas contribuirán a la mejora de la competencia digital de nuestros hijos e hijas. Aún están a tiempo de aprender a usar algunas herramientas que harán que puedan controlar la tecnología y no que la tecnología les controle a ellos durante el proceso de aprendizaje.
Jesús Rey Rocha, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC) and Emilio Muñoz Ruiz, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS - CSIC)
La educación no ha recibido toda la atención que necesitaba por parte de las autoridades durante la pandemia. La comunidad educativa al completo ha reclamado más dedicación por parte de las administraciones públicas, al menos la misma que han recibido otros sectores. Es el momento de valorarla como algo absolutamente necesario para la sociedad.
Los expertos alertan de que la sociedad debe entender que las mujeres víctimas de violencia de género no siempre están en condiciones de denunciar y sus agresores se cuidan mucho de no levantar sospechas entre los vecinos.
Organizarle la vida a nuestros hijos e hijas, aunque muchas veces se haga de manera inconsciente, puede provocarles muchos problemas a largo plazo: dependencia, falta de tolerancia a la frustración, emociones incontroladas… La sobreprotección hace que los pequeños tarden mucho en llegar a ser autónomos.
Un equipo de investigadores ha estudiado cómo viven niños y niñas el confinamiento. Muchos coinciden en que se encuentran solos sin sus amigos, echan de menos a los abuelos, a sus profesores y sueñan con moverse libremente en espacios abiertos.
Con la pandemia llegó un incremento del uso de las tecnologías por parte de los adolescentes, en muchos casos de manera descontrolada. Las relaciones sociales directas desaparecieron y el ocio se convirtió en estrés tecnológico. Pero hay modos de frenarlo.
Obra de Banksy regalada por el artista al Southampton General Hospital como agradecimiento a su trabajo durante la crisis del coronavirus.
Banksy
La vuelta a la normalidad es incierta, pero hay cosas que ya han cambiado y que nos han hecho personas distintas: problemas económicos, de salud mental, trabajar en casa, salidas limitadas… Ahora somos más solidarios, hemos aprendido a gastar menos y nuestros héroes son otros. ¿Nos ayudarán todos estos cambios a convertirnos en seres humanos diferentes para siempre?
Una de las caras más duras de esta pandemia está siendo la separación de abuelos y nietos. La soledad de los mayores, alejados de sus seres queridos, puede causarles graves problemas emocionales. Sin embargo, también puede suponer un momento para descansar y fortalecer la relación de familia.
La nueva fórmula de enseñanza que nos ha traído la pandemia parece controvertida. Un equipo de investigación ha entrevistado a alumnado, profesorado y familias. Los resultados indican que, pese a los esfuerzos, la virtualización tiene aún muchas lagunas.
¿Qué efectos está teniendo entre las mujeres el hecho de teletrabajar y tener menores a su cargo a los que atender a diario? Un grupo de investigadores tiene ya las primeras conclusiones: ellas son las que asumen la mayoría de las cargas familiares, además de la laboral.
Profesor contratado doctor y vicedecano de la Facultad Ciencias de la Educación e Investigador y coordinador de la Cátedra Joaquim Molins Figueras Childcare and Family Policies, Universitat Internacional de Catalunya