Hay buenas y malas clases magistrales. Las buenas pueden provocar el deseo de saber y son las que imparten los profesores que muestran pasión por lo que conocen y entienden. Sin ellas, la formación universitaria y el aprendizaje no serían completos.
En el Día Internacional de la Educación hacemos un análisis de cuál es la situación actual en España y las promesas en esta materia del nuevo gobierno. Aún hay mucho que mejorar en un país que sigue sin obtener buenos resultados. Pero estamos en el camino.
Todo parece indicar que la tecnología digital esta sustituyendo poco a poco a los libros de texto en el aula. Lo cierto es que cada vez se venden menos. Pero ¿estamos ante la inminente desaparición del libro tal y como lo conocemos o sigue siendo un elemento de “autoridad” educativa?
La sociedad está cambiando a gran velocidad y también deberían hacerlo las formas de educar a los jóvenes. ¿Van a la misma velocidad? Dentro de poco tiempo se educará de acuerdo a las capacidades de cada ser humano y sus destrezas. La formación de los docentes también tendrá que cambiar.
Ser un centro educativo innovador no es sencillo. Un estudio realizado en 17 colegios de España lo pone de manifiesto, a pesar de que la innovación ha demostrado ser vital en la mejora del aprendizaje y la motivación de los estudiantes.
La Universidad de Alcalá ha puesto en marcha el Instituto Mixto de Investigación en Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda para implantar la pedagogía Soka, una forma de educar basada en el diálogo en torno a la paz, la felicidad, los derechos humanos y la cooperación.
Este videojuego se ha convertido en una herramienta muy eficaz para ponerse en la piel de un menor que sufre acoso. Su objetivo es desarrollar empatía con las víctimas y ya lo han probado alumnos y profesores con gran éxito.
La labor del profesorado a la hora de enseñar a hacer un buen uso de las redes sociales es tan importante como la de las familias. Un grupo de investigadores ha creado una serie de herramientas para la “ciberconvivencia”
Es una de las grandes preguntas que se hacen las familias: ¿a qué colegio llevo a mi hijo? Analizamos los criterios que debe tener en cuenta para elegir un buen centro. Y no son las instalaciones.
Después del caso de La Manada y de la campaña internacional #metoo, seguimos lejos de educar en la igualdad en las escuelas. Administraciones y docentes no ayudan a acabar con ello.
Para analizar el rigor de una metodología educativa novedosa entran en juego muchas variables que casi nunca se analizan. Por lo tanto, no es posible saber si tienen solvencia científica.
Con clases de 15 o 20 alumnos y un cuidadoso seguimiento del profesor sería posible prescindir de los exámenes. Los estudiantes aprenderían por puro placer y no por afán de aprobar.
Evitar que los alumnos pronuncien frases como “por más que estudio, no apruebo” tiene que ver con el mal uso de técnicas de estudio. Los expertos recomiendan estas formas de aprender a aprender.
Las investigaciones no evidencian el fin de los deberes, pero proponen cambios. Es necesario hacer un buen uso de ellos. La clave está en el trabajo conjunto de padres, alumnos y profesores.
El nivel educativo de un país no depende solo de su profesorado. Aún así, si las condiciones de su trabajo mejoraran, los resultados serían también mejores. Estos son algunos cambios necesarios.
Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesor e investigador de la Sección de Genética Biomédica, Evolutiva y del Desarrollo. Director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, Universitat de Barcelona