En el ‘Black Friday’ se intensifican las compras compulsivas. Sin embargo, diagnósticos como la adicción a las compras son insuficientes para explicar este patrón, síntoma de nuestra sociedad de consumo.
Existe un riesgo importante en el deterioro de la salud mental de las personas que enviudan, especialmente en los primeros años posteriores a sufrir la pérdida de su pareja.
¿Le ha pasado alguna vez que su mente haya desconectado durante una tarea para pensar en temas de lo más diverso? Es un fenómeno común, tiene nombre y quizá se relaciona con la ansiedad.
A pesar de que concebimos el estrés como una consecuencia negativa de una situación ‘preocupante’, este puede ayudarnos en la elaboración de la reacción, como mecanismo de supervivencia.
Hay periodos en los que el ansia por comer está más presente que otros. En ocasiones, se potencia durante la premenstruación o la posmenopausia. ¿Qué hay detrás de estas exigencias fisiológicas?
En casi dos años de pandemia, tras el distanciamiento social, las pérdidas personales y una continua incertidumbre, ha aumentado el malestar psicológico. Especialmente en los grupos más vulnerables.
Tras los confinamientos provocados por la pandemia, la demanda de atención en salud mental se ha disparado. Más gente declara necesitar ir a terapia. Y cuanto más horas pasamos conectados, más búsquedas en Google sobre cómo sentirnos bien.
Aunque despertemos en mitad de la noche con ataques de ansiedad o apenas podamos ir a trabajar porque todo se nos hace cuesta arriba, hablar de ello y ponerle remedio aún es un tema tabú. Este domingo se celebra el Día Mundial de la Salud Mental.
Existe amplia evidencia sobre el daño que Instagram causa para los adolescentes, especialmente sobre su imagen corporativa. La propia investigación de Facebook confirma esto.
Padecer enfermedades mentales sigue considerándose por buena parte de la sociedad un asunto vergonzoso. Incluso culpabilizamos a quienes las sufren. Nada que ver con lo que sucede ante cualquier otro tipo de padecimiento.
El suicidio es prevenible y es problema de todos. Informar acerca del mismo desde los medios de comunicación ejerce como factor de protección, pero debe hacerse adecuadamente.
Los hombres y las mujeres mayores que, según una investigación, registran una menor frecuencia de las actividades sexuales también son más propensos a experimentar un deterioro en la valoración de su salud física y mental.
El uso de pantallas promueve comportamientos sedentarios en un contexto en el que se estima que la obesidad aumenta considerablemente. ¿Están ambas variables relacionadas?
A todos nos ha sorprendido la retirada de la gimnasta estadounidense de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para centrarse en “su salud mental”, según sus propias palabras. Lo que le ha sucedido puede pasarle a cualquiera.
Andrea Cabezas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La salud mental de las mujeres está sobremedicalizada. Además, este proceso no les afecta de manera homogénea, sino que aquellas socialmente más vulnerables sufren con mayor intensidad la medicalización de su salud mental.
Un estudio (el primero de este tipo realizado hasta la fecha) explora cómo los menores y sus progenitores han vivido la pandemia y las consecuencias psicológicas y emocionales que ha dejado en sus vidas.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia
Profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia - Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social - Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal), Universidad Internacional de Valencia
Doctor en Psicología, Master en Neurociencias y Biología del Comportamiento. Profesor de postgrado y director de TFM en la Universidad Internacional de La Rioja y en la, Universidad Internacional de Valencia