Tras los años de formación universitaria, llega un día en que los titulados en Educación tienen que poner sus conocimientos teóricos en práctica en el aula.
Los hombres encuentran trabajo más deprisa que las mujeres al terminar una carrera universitaria. Haber vivido fuera del país o tener conocimientos avanzados de las nuevas tecnologías acelera la inserción laboral.
Abrir las aulas universitarias a docentes no académicos, que participen con una experiencia de vida determinada, puede aportar una visión práctica imprescindible a la formación de los futuros profesionales.
Las enseñanzas artísticas están en España fuera del ámbito universitario, aunque sus estudiantes obtienen títulos equivalentes al de grado. Los cambios que propone el gobierno no gustan a la Universidad.
Termina el bachillerato (o la ESO si se opta por FP) y tenemos que tomar decisiones que marcarán nuestro futuro. Un equilibrio entre la reflexión personal y el apoyo de la familia puede hacerlo más fácil.
Cada vez más universidades ofrecen titulaciones que combinan dos ámbitos de conocimiento: para estudiantes organizados y tenaces, aúnan distintos intereses y amplían las posibilidades de empleo.
A todos nos puede atacar el desánimo y la pereza, especialmente cuando los objetivos se desdibujan o son a medio o largo plazo. La autodisciplina es un aliado que se puede ejercitar.
Elegir una carrera según las salidas profesionales que tiene es más eficaz si entrenamos y aprendemos las diferentes técnicas de búsqueda de empleo aplicables a cada área antes de terminar el grado.
Doctora en Economía y Empresa. Profesora e investigadora del área de Economía Aplicada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha