Un 11% de mujeres y un 20% de hombres en España no terminan la educación básica obligatoria. La Formación Profesional Básica es una alternativa que les permite no solo acceder al mercado laboral sino continuar formándose.
Conseguir un trabajo con condiciones dignas y que colabore al desarrollo personal y la integración social sería menos utópico si se realizaran labores de orientación con los jóvenes.
Desmitificar el trabajo para toda la vida nos ayudará a reducir la presión sobre las decisiones, a sentirnos libres de cambiar y a comprender que descubrir la vocación puede llevar muchos años.
La Formación Profesional en España muestra que es una opción cada vez más eficaz y valorada, aunque mejoraría con una renovación constante de la oferta de títulos y más contacto con las empresas.
Estudiar más (capital cultural) ya no es la vía preferente para la movilidad social. El capital social, quién conoce a quién, influye más en el futuro laboral que la formación o título que se obtenga.
Es urgente establecer unos criterios mínimos de calidad en el empleo juvenil, que rompan con la temporalidad, la parcialidad y los bajos salarios. El reto es que los jóvenes alcancen una carrera sostenible y un proyecto de vida digno.
La dignificación del empleo doméstico pasa por igualar sus derechos a los del resto de trabajadores, así como por la profesionalización del sector a través de la formación.
La educación social es un proceso continuo que busca mejorar la situación de personas en riesgo de exclusión, y que continúa incluso en tiempos de confinamiento.
Los datos evidencian que las personas mayores de 50 años tienen más dificultades para encontrar empleo que las jóvenes. Todo apunta a que el motivo es la falta de formación para desarrollar los nuevos trabajos que requieren de habilidades de las que este grupo de edad carece.
Un mercado laboral polarizado, los desajustes en las titulaciones universitarias y la escasez de programas de aprendizaje ponen cuesta arriba la empleabilidad juvenil, según señala la autora de este artículo.
Los estudiantes de Ciencias de la Salud ganan más que los de Humanidades. Siempre hubo clases.
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El nivel de estudios y la rama por la que se opte pueden condicionar nuestro salario. Por eso es importante que las universidades apuesten por la empleabilidad y que siga aumentando la oferta de ocupaciones más cualificadas en las empresas