El Departamento de Justicia estadounidense ha llevado a juicio a Google. Busca determinar si la tecnológica ha aprovechado su posición de dominio (90%) para impedir la entrada de otros competidores.
En pleno siglo XXI, hasta los gurús del neoliberalismo se oponen -a regañadientes- a que las grandes corporaciones puedan saltarse las reglas del juego, el ordenamiento jurídico y la regulación medioambiental.