Fortaleza, robustez, y unas fosas nasales más anchas para oxigenar más la sangre. ¿La anatomía de los neandertales podría darles ventaja en los Juegos Olímpicos?
Ellos, los neandertales, eran una especie debilitada. Migraron hacia el sur de la península ibérica al mismo tiempo que llegaron los nuestros, el Homo sapiens. Su encuentro fue la última convivencia con una especie distinta a la nuestra.
Los científicos aún no pueden determinar cómo se superponen los tejidos blandos a los huesos, por lo que esta reconstrucción de la mujer neandertal Shanidar Z se basa inevitablemente en licencias artísticas.
Gracias a los avances científicos y a los hallazgos arqueológicos en la península ibérica, sabemos quiénes fueron realmente los neandertales. Su legado es indiscutible y llega hasta nuestros días.
Nuevos descubrimientos de fragmentos óseos en la cueva alemana de Ranis prueban la presencia de los primeros ‘Homo sapiens’ adaptados al frío en el norte de Europa, territorio ocupado por los neandertales, hace 45 000 años.
Ludovic Slimak, Université de Toulouse III – Paul Sabatier
La colonización de Europa de Homo sapiens desde Oriente se produjo en tres oleadas. La primera, 12.000 años antes de lo que se creía. Esto descoloca la presencia de nuestra especie en el continente y su relación con los neandertales.
El aparato reproductor masculino, la columna vertebral y la garganta, tan vulnerable a atragantamientos, son errores de “diseño” de nuestra especie que muestran que somos fruto del azar, como tantas otras especies.
Una carnicería de hace 2,9 millones de años reabre el caso para identificar quién fabricó las primeras herramientas de piedra útiles, por ejemplo, para matar hipopótamos y machacar material vegetal.
Los “humanos” anatómicamente modernos se cruzaron con los denisovanos en su travesía tras salir de África. Este hecho hizo que, muy probablemente, poseamos en nuestro material genético restos tanto de neandertales como de denisovanos.
No todo fueron glaciaciones y un frío inhumano. Los neandertales también disfrutaron de un clima cálido. El paleoarte refleja una escena cotidiana de un padre y su hijo junto a la cueva de Bolomor, en la costa mediterránea.
Neandertales y sapiens compartimos el mundo durante 100.000 años. Ahora sabemos que hubo encuentros que produjeron descendencia híbrida. Solo una de las dos especies sobrevivió.
Svante pääbo, Premio Nobel de Medicina, se sacó de la nada toda una especialidad científica, a caballo entre la paleontología y la genética, que se beneficia de los avances en los dos campos. No cabe dudar de que ha realizado una proeza.
Davinia Moreno, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Hace 115 000 años los neandertales ya estaban en Atapuerca. La Galería de las Estatuas podría ser uno de los yacimientos neandertales más antiguos de la Península Ibérica.
Muchos europeos y asiáticos tienen entre un 1% y un 4% de ADN neandertal. Con una población mundial actual de unos 8.000 millones de personas, nunca ha habido más ADN neandertal en la Tierra.
Los artefactos de piedra y un diente fósil señalan que el Homo sapiens vivió en la Gruta Mandrin hace 54.000 años, en una época en la que los neandertales aún vivían en Europa.
Las pisadas de Matalascañas constituyen el primer registro indudable de huellas de homínidos neandertales encontradas en la península y son, hasta la fecha, las más antiguas del mundo para el Pleistoceno superior.
Hace 300 000 años, había muchas especies de humanos sobre la Tierra. Ahora sólo quedamos nosotros, los homo sapiens, y probablemente somos el motivo de la desaparición de las demás.
Catedrático Paleontología. Centro Mixto ISCIII-UCM de Evolución y Comportamiento Humanos. Director científico del Museo de la Evolución Humana, Universidad Complutense de Madrid