Diminutos y escurridizos para las plantas depuradoras. Muchos de ellos, nocivos para los ecosistemas. Así son los compuestos que están en la diana de innovadoras tecnologías de tratamiento del agua a gran escala.
Un reciente estudio ha analizado el tipo y la cantidad de partículas plásticas presentes en cinco de las principales marcas de agua embotellada en España. Sus autores comparan los resultados con los obtenidos para el agua del grifo.
México lidera el consumo de bebidas azucaradas en el mundo. Las consecuencias para la salud incluyen obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer y problemas dentales.
A partir de las proteínas producidas por una anémona marina, un equipo de investigadores ha fabricado una enzima artificial capaz de eliminar las micropartículas de PET o reciclarlas.
La gran variedad de formas, tamaños y composiciones químicas de los microplásticos dificulta la tarea de establecer límites de concentración seguros, lo que no ocurre con otros contaminantes.
Los expertos llevan años alertando de la frecuente llegada de pélets a las costas y de la necesidad de regular su tráfico marítimo para que los barcos no pierdan los contenedores en el mar.
La crisis de los pélets de Galicia es la punta del iceberg de la contaminación por plástico en playas y océanos. Hasta un 60% del peso del plástico pueden ser aditivos químicos. Su liberación afecta a las especies marinas y llega a nuestra mesa.
¿Hacia dónde se dirigen la “marea blanca”? ¿Qué sabemos sobre su composición? ¿Se trata de un accidente aislado? Una experta en contaminación marina por microplásticos aclara estas y otras cuestiones.
Un reciente estudio ha cuantificado los depósitos de microplásticos que precipitan sobre algunas ciudades españolas. Su presencia era mayor en las urbes más densamente pobladas o con alta actividad industrial, como Madrid, Barcelona y Vigo.
Las diminutas partículas de plástico presentes en los alimentos pueden atravesar la barrera que protege a nuestras neuronas, con potenciales consecuencias para la salud como ansiedad, depresión y reducción del cociente intelectual.
Un reciente estudio ha detectado microplásticos en el agua del grifo de ocho ciudades españolas. Aunque las concentraciones son bajas y similares a las de otros contaminantes, su presencia no puede pasarse por alto.
La cantidad estimada de plástico vertida al océano no coincide con el volumen de plásticos medido experimentalmente. La fracción que falta podría corresponder a los microplásticos más pequeños, que son arrastrados por las corrientes y pueden acumularse a cualquier profundidad.
Distintos estudios han detectado microplásticos tanto en el agua embotellada como en la del grifo. Aún no está regulado el nivel máximo permitido de estos contaminantes en el agua de consumo.
Recoger residuos plásticos del océano es una tarea más complicada de lo que parece. Extraerlos puede perjudicar a algunos seres vivos que los han convertido en su hogar y su degradación y fragmentación en el agua hace que sea difícil reutilizarlos.
La recientemente aprobada ley de residuos y suelos contaminados establece un marco más riguroso para el tratamiento de los neumáticos usados, pero aún hay que dar respuesta a aquellos ya presentes en el medio ambiente.
Un estudio reciente ha simulado el proceso de digestión gastrointestinal de microplásticos ingeridos accidentalmente o respirables para buscar posibles efectos nocivos para la salud. Y los ha encontrado para el caso del bisfenol A.
Ethel Eljarrat, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA - CSIC)
Existen más de 3.000 sustancias químicas diferentes asociadas a los materiales plásticos, de las cuales más de 60 se consideran sustancias de alto riesgo para la salud. A dos de ellas, BPA y ftalatos, la Ley de Residuos española acaba de ponerles el veto.
En un estudio reciente, los autores han detectado microplásticos en el producto de plantas de compostaje que se emplea como fertilizante natural en suelos agrícolas.