No podemos multiplicarnos, pero el mundo contemporáneo nos exige prestar atención a demasiados asuntos al mismo tiempo. Y eso tiene puede tener consecuencias a nivel anímico y cognitivo.
La hipersexualidad es una de las consecuencias más frecuentes y menos difundidas de las agresiones sexuales. Además, las personas afectadas por este comportamiento lo viven con un sentimiento de culpa e incomprensión.
Gracias a esta técnica de cirugía cerebral, el paciente puede interactuar y responder preguntas en el transcurso de la operación. El objetivo es minimizar los daños en zonas críticas del cerebro, pero también sirve como herramienta de investigación neurocientífica.
Una vez establecidos los cimientos de una relación, las parejas atraviesan una fase de alrededor de 3 años y medio en la que predomina el componente pasional. A partir de ahí, desciende la importancia de la sexualidad. Y es más probable que la pareja se rompa.
Algunos casos de personas con memoria superlativa nos recuerdan que, llevada al extremo, esta capacidad de la mente humana puede convertirse en una maldición.
Con frecuencia seguimos relacionando las alucinaciones con los trastornos mentales (o las drogas). Error. Aunque cualquier persona puede verse afectada por este fenómeno desestabilizador, espeleólogos, buceadores y alpinistas las experimentan como más frecuencia.
Se llama rumiaciones a los pensamientos negativos y recurrentes que nos colonizan el cerebro. ¿Qué mecanismos cerebrales los ponen en marcha? ¿Cómo podemos pararlos?
Existen infinidad de situaciones en las que nos convertimos en testigos del estrés que sufren otras personas. ¿Es posible que tenga un impacto negativo sobre nuestra salud?
Adultos alcohólicos, adolecentes que abusan de la bebida e incluso los niños cuyas madres han consumido alcohol durante el embarazo pueden sufrir serias alteraciones neuronales.
El contexto de la política es un caldo de cultivo para potenciar las enfermedades mentales. El poder alimenta los factores de riesgo psicopatológico. El síndrome de Hubris es una sintomatología habitual.
Quizás las palabras, por sí solas, no pueden cambiar el mundo. Pero la conversación sí tiene el superpoder de transformarlo. Lluís Montoliu, Charo Rueda y José M. Bermúdez de Castro nos ofrecen argumentos a favor de esta hipótesis en el cuarto aniversario de la edición en español de The Conversation.
Profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia - Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social - Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal), Universidad Internacional de Valencia
Tutor de los Estudios de Psicología de la UOC; profesor del Posgrado de Atención a Personas con Enfermedad Avanzada y sus Familiares, UOC - Universitat Oberta de Catalunya