Consumir alcohol solo aporta calorías vacías que repercuten en nuestro equilibrio calórico, incrementando la ingesta total de energía. Y suele asociarse a una dieta de peor calidad.
Los consumidores tienen derecho a conocer la composición nutricional y el (elevado) número de calorías que aportan las bebidas alcohólicas, pero la normativa actual no obliga a las compañías a facilitar esta información.
Adultos alcohólicos, adolecentes que abusan de la bebida e incluso los niños cuyas madres han consumido alcohol durante el embarazo pueden sufrir serias alteraciones neuronales.
Las campañas de prevención sobre los peligros del consumo de alcohol tienen más probabilidades de influir en el comportamiento cuando implican a los jóvenes que cuando siguen siendo prescriptivas.
Está científicamente comprobado que el inicio a edades tempranas en el consumo de alcohol reduce la capacidad del cerebro para resistir los estragos del envejecimiento.
Basándonos en la evidencia científica, ningún profesional o institución debería recomendar el consumo de alcohol para mejorar la salud. Y convendría retrasar la edad de inicio al consumo.
J. Javier Meana, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and Luis F. Callado, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
En los últimos meses han aparecido numerosas noticias en prensa relativas a la supuesta utilización de “éxtasis líquido” para cometer abusos sexuales, robos o asesinatos. ¿Cómo funciona esta sustancia?
El alcohol, el cannabis y el tabaco son capaces de provocar daños en el ADN.
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Las sustancias psicoactivas tienen consecuencias negativas bien conocidas para la salud. Pero también pueden cambiar la expresión genética de los usuarios y de sus hijos. He aquí cómo.
Dejar de beber no basta. Es cierto que los daños que ocasiona el alcohol sobre el cerebro revierten conforme avanza el tiempo sin consumirlo. Pero en la fase temprana de abstinencia, el daño cerebral empeora. ¿Por qué?
La biología nos dice que a los 18 años el cerebro no ha madurado. Retrasar la edad legal de consumo de alcohol puede posponer el consumo entre adolescentes y reducir sus efectos negativos.
El ejemplo de los adultos de su entorno y la posibilidad de vivir experiencias de socialización y disfrute tienen un impacto relevante en el consumo de alcohol por los adolescentes.
Jóvenes en el mirador de Guinardó con Barcelona a sus pies.
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Fatalismo, rebeldía, economía… muchas son las razones tras el fenómeno del botellón, y pocas las alternativas posibles que no pasen por un cambio ideológico general.
Las campañas de marketing social deben fomentar alternativas de ocio adecuadas, aunque el problema radica en la relación entre alcohol y ocio que existe en la sociedad en general.
Uno de los componentes del organismo que nos interesa mantener en perfecto estado de revista es el sistema inmunitario. Consumir cítricos, hidratarnos correctamente, dormir las horas necesarias y practicar ejercicio físico ayudan a ponerlo a punto.
A través de un enfoque cuasiexperimental el autor intenta determinar si la reducción en las tarifas de transporte a los jóvenes en la Comunidad de Madrid en 2016 incidió en el número de víctimas de accidentes de tráfico.
Las personas adictas representan un grupo muy heterogéneo y no solo la capacidad adictiva de la droga conduce al trastorno. Los factores ambientales y biológicos son complejos y múltiples.
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide