El aumento de la esperanza de vida y las mejoras en su calidad durante los últimos años facilitan la convivencia entre nietos y abuelos, que va mucho más allá del cuidado cuando no están los padres.
Las mujeres viven más que los hombres, pero sin embargo cesan su vida reproductiva antes que ellos debido a la menopausia. ¿Por qué esa aparente contradicción?
María Martinón-Torres, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Somos 40 años más longevos que nuestros parientes simios más cercanos. Pero no para tener más hijos, sino para cuidar a los hijos de otros, según defiende la hipótesis de la abuela.
“Tiene toda la cara de su abuela (o de su abuelo)” es una expresión que escuchamos con asiduidad. Sin embargo, la genética nos dice que solo ocasionalmente existen rasgos más parecidos entre nietos y abuelos.
El 26 de julio se celebra el Día Internacional de los Abuelos, una fecha que nos recuerda la gran brecha digital que existe entre ellos y las generaciones posteriores. Solo el 27,9 % de las personas mayores de 74 años ha utilizado Internet en los tres últimos meses en España.
Una de las caras más duras de esta pandemia está siendo la separación de abuelos y nietos. La soledad de los mayores, alejados de sus seres queridos, puede causarles graves problemas emocionales. Sin embargo, también puede suponer un momento para descansar y fortalecer la relación de familia.
Los abuelos y abuelas asumen cada día más responsabilidades sobre los nietos durante más tiempo. La falta de políticas públicas que favorezcan la conciliación hace que estos ya no solo den cariño o ejerzan como canguros. Ahora también tienen una función pedagógica en torno a la escuela.
CENIEH Director, Atapuerca Research Team and author of "Homo imperfectus" (Ed. Destino), Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Profesora del Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Psicóloga y Supervisora en la Unidad de Terapia de Conducta, Universitat de Barcelona