Sobrevivir en la prehistoria requería de una fortaleza y resistencia física que podrían compararse a las de los atletas olímpicos. Al menos, así lo indican las lesiones halladas en restos neandertales, muy similares a las que padecen los deportistas hoy en día.
Si compartieron descendencia, territorio, migraciones, materias primas, herramientas, técnicas de producción lítica, adornos, ideas simbólicas… ¿por qué no también relaciones de amistad?
Fortaleza, robustez, y unas fosas nasales más anchas para oxigenar más la sangre. ¿La anatomía de los neandertales podría darles ventaja en los Juegos Olímpicos?
Amparito es una mamut hembra que vivió en Orce (Granada) hace 1,2 millones de años. Sus restos sirvieron de alimento a humanos y tigres dientes de sable.
María Martinón-Torres, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Cuando los antropólogos analizan muertes por agresión que han marcado la historia de nuestra especie desde su origen, y las comparan con el nivel de interacciones letales en otros primates, concluyen que no somos más violentos que ellos.
Hace unos días, un vuelo comercial de Virgin Galactic partió con dos fósiles de antiguos parientes prehumamos. Los expertos, indignados, insisten en que no hay razón científica para enviar fósiles humanos al espacio.
Restos de 12 personas, depositados en una cueva andaluza, fueron manipulados post mortem. Los enterramientos se produjeron entre el V y el II milenio antes de la era común.
La biología no se opone a los estudios de la ética y la cultura, pero sí ofrece una nueva visión sobre cómo entendernos a nosotros mismos, como especie y como individuos.
Los artefactos de piedra y un diente fósil señalan que el Homo sapiens vivió en la Gruta Mandrin hace 54.000 años, en una época en la que los neandertales aún vivían en Europa.
Esperemos que la actual pandemia haga reaccionar a la sociedad, cambiando el modelo productivo y la estructura económica para conseguir los derechos básicos de alimentación, vivienda, educación y asistencia sanitaria para todos, blindándolos por leyes que aseguren su permanencia en el tiempo.
María Martinón-Torres, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)
Un equipo internacional liderado por investigadores del CENIEH ha descubierto el enterramiento humano de hace 78 000 años, el más antiguo que se conoce en toda África: Un niño de apenas 3 años enterrado con delicadeza, envuelto en un sudario y con una almohada bajo la cabeza.
Las pisadas de Matalascañas constituyen el primer registro indudable de huellas de homínidos neandertales encontradas en la península y son, hasta la fecha, las más antiguas del mundo para el Pleistoceno superior.
Hace 300 000 años, había muchas especies de humanos sobre la Tierra. Ahora sólo quedamos nosotros, los homo sapiens, y probablemente somos el motivo de la desaparición de las demás.
El cráneo descubierto en Atapuerca en 1992 mostró una patología en sus oídos que entonces se relacionó con problemas de audición. Un análisis con técnicas modernas ha cambiado el diagnóstico.
CENIEH Director, Atapuerca Research Team and author of "Homo imperfectus" (Ed. Destino), Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH)