La transfusión de plasma de personas convalecientes se ha usado con éxito desde hace más de un siglo para tratar enfermedades infecciosas. Y podría reducir la gravedad y mortalidad de la COVID-19.
Un modelo informático gratuito y fácil de usar demuestra cómo las infecciones y las muertes progresan día a día dependiendo de cómo se comporten las personas en respuesta al brote.
La pandemia sigue azotando y no solo a nivel sanitario. En seis meses todos los parámetros vitales (dinero, viajes, trabajo, relaciones, entorno, consumo…) han cambiado en todo el mundo y quizás de forma permanente.
Jeremy Herren, International Centre of Insect Physiology and Ecology
Los mosquitos con microsporidia MB (un pequeño hongo parásito) no se infectan de paludismo. Si conseguimos infectar a grandes poblaciones de anopheles con este parásito, podríamos atenuar o erradicar la malaria.
Los epidemiólogos usan el R0–el número de reproducción–para describir la intensidad de una enfermedad infecciosa. Estima el número de casos, en promedio, que serán causados por una persona contagiada.
Se cuestiona si la rápida expansión de la COVID-19 ha tenido algo que ver con la alta densidad y los modelos urbanos concentrados de las grandes ciudades.
Las manos son el principal medio de transmisión que utilizan los microorganismos. Calientes, húmedas, llenas de sudor y restos de la descamación de la piel son un paraíso para virus y bacterias.
Las autoridades de salud pública en los EEUU advierten que el coronavirus, que se ha propagado en distintas partes del país, se avecina y el país necesita estar preparado.
Rodolphe Gozlan, Institut de recherche pour le développement (IRD) et Soushieta Jagadesh, Institut de recherche pour le développement (IRD)
Ébola, Nipah, SARS, fiebre de Lassa, Covid-19, Zika… Transmitidas por animales, todas estas peligrosas enfermedades han surgido recientemente. ¿Por qué están emergiendo? ¿Se teme un futuro un brote de gran magnitud?
La mala comunicación o la desinformación en relación con las epidemias también pueden causar víctimas. De ahí la importancia de que las autoridades sanitarias manejen bien los mensajes que trasladan a la ciudadanía.
Catedrático de Microbiología, Departamento de Ciencias de la Salud, Instituto de Investigación Multidisciplinar en Biología Aplicada, Universidad Pública de Navarra