La segunda parte de Del revés (Inside Out) despliega el abanico emocional de la adolescencia en un relato impecable desde el punto de vista psicológico.
Investigadores españoles han llevado a cabo un experimento para analizar la actividad cerebral de hombres y mujeres durante el visionado de una película violenta. Y no la ven igual.
Los mensajes que lanzan los profesores en el aula pueden tener un papel determinante a la hora implicar al alumnado en las tareas escolares. Por norma, funciona mejor dar mensajes que resaltan los beneficios de hacerlas, como “Si estudias, disfrutarás de esta asignatura”.
Albert Valenti, IESE Business School (Universidad de Navarra)
Aunque la publicidad apela tanto a las emociones como a la razón y la experiencia, el orden en que se procesan por el consumidor tiene un impacto en su decisión de compra.
Una bebida especiada creada en 2003 por la cadena Starbucks no ha hecho más que crecer en las dos últimas décadas y ser exitosa simplemente por la existencia del otoño.
Aunque emociones como el miedo y la ansiedad se originan en el cerebro, al final recorren el cuerpo y hacen que el corazón se acelere y el estómago se retuerza.
Las lágrimas actúan de lubricante, son la principal fuente de oxígeno de la córnea, funcionan como antiséptico, eliminan cuerpos extraños… Pero también comunican emociones y ayudan a que el cerebro recupere el equilibrio.
Personas de diferentes países reportan niveles diferentes de emociones, cuya relación con aspectos sociales depende del país y la cultura. La promoción de emociones positivas y la atención a la soledad deben ser prioritarias en las políticas sociales.
La toxina que reduce las líneas de expresión también podría disminuir la capacidad cerebral de quien recibe el tratamiento para interpretar las emociones en el rostro de los demás.
Los partidos populistas, sobre todo en España e Italia, explotan al máximo las emociones de los electores, especialmente en las redes sociales, donde estas fuerzas políticas destacan.
La ansiedad, la depresión o el mero aburrimiento pueden despertar un tipo de hambre que no tiene que ver con nuestras necesidades fisiológicas y que demanda alimentos poco saludables. ¿Cómo podemos hacerle frente?
Un estudio pionero ha identificado cómo afectan emocionalmente los espacios públicos en función del género. El objetivo de este tipo de investigaciones es ayudar a crear espacios públicos amables para la población.
¿Por qué pagamos por ver una película de terror o nos divierten los disfraces y sustos de Halloween? Un proceso psicológico que equilibra nuestro estado emocional explica este paradójico fenómeno.
Eventos como una tragedia familiar, un despido o una fiesta sorpresa pueden desencadenar el síndrome del corazón roto. Sus síntomas se parecen a los de un infarto, pero, por lo general, tiene consecuencias mucho menos graves.
Ni controlarlas ni reprimirlas: las emociones han de gestionarse para un desarrollo adecuado. Cuando un niño llora, no hay que decirle que se calle, sino ayudarle a entender y comunicar lo que siente.
Quien experimenta el poder se encuentra en un estado de ánimo particular que puede llevar a un comportamiento más egocéntrico, menos civilizado y más desinhibido.
Una cosa es transmitir información o comunicar ideas en una segunda lengua; otra expresar emociones. Esta investigación analiza la destreza para expresar pena o alegría en estudiantes de español.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia
Profesora Titular de Universidad en el Departamento de Psicología Clínica y Experimental. Área de conocimiento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, Universidad de Huelva
Profesor Contratado Doctor del Área de Griego de la Facultad de Filología y miembro del Instituto Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales (IATEXT), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Director del Master in Talent Management de Advantere School of Management / Profesor asociado de la Facultad de Ciencias Economicas y Empresariales, Universidad Pontificia Comillas