Hemos analizado el impacto y la función de las etiquetas más utilizadas en Twitter por administraciones y ciudadanos durante las primeras semanas de la crisis de COVID-19.
El periodismo también se la juega en la crisis del coronavirus. Dos expertos en Salud Pública de la Universidad de Oxford ofrecen diez consejos para que los medios se conviertan en un refugio seguro frente a la epidemia de desinformación.
Con una sociedad conectada a internet las 24 horas, las infraestructuras de telecomunicaciones son un elemento clave en el funcionamiento del país. Hagamos un uso racional de internet.
Las situaciones nuevas, como la pandemia del coronavirus, traen nuevo vocabulario o convierten en populares expresiones antes utilizadas solo por especialistas.
Sí, es una realidad: en tiempos de confinamiento el uso de pantallas por parte de los jóvenes aumenta a diario. Pero, ¿acaso podemos reprochárselo? Intentemos que hagan un uso racional con una serie de pautas, y hagámonos a la idea de que en estas semanas hay que ser más flexibles con ellos.
Coincidiendo con el 8M de 2019 los emojis se utilizaron de forma altamente simbólica en Twitter. El corazón violeta representa la lucha feminista y algunos partidos se apropiaron de ciertos emojis.
La crisis del coronavirus constituye un ejemplo de cómo las administraciones públicas pueden usar las redes sociales para informar, combatir las noticias falsas y colaborar con la ciudadanía.
La cuarentena por el coronavirus ha provocado una oleada de creatividad e ingenio en las redes sociales. Los tuits humorísticos abundan, ayudando a sobrellevar tiempos de desconcierto e incertidumbre.
No vivimos en un mundo de razones, sino de emociones. La “erótica social” define ese deseo por pertenecer a la tribu, ese impulso por hacer juntos. Ya sea siendo fan de un equipo de fútbol, o ‘follower’ en Instagram.
En la información relativa al coronavirus ha habido fake news, pero también intentos de contextualizar los hechos y dar pautas de conducta proporcionadas. ¿Por qué ganan la partida las primeras?
Las grandes empresas tecnológicas dificultan el desarrollo de los agentes culturales tradicionales, pues controlan ya las industrias mediáticas digitales a nivel global.
El régimen argelino ejerce un control absoluto sobre las tecnologías de la información y su libre flujo, una violación directa al artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Nos bombardean cotidianamente diciendo que fracasar es algo bueno y que constituye una oportunidad, ya que de ahí surgen lecciones de vida que no obtendríamos de otro modo.
El uso de las redes sociales para justificar el reciente golpe de estado en Bolivia enfatiza cómo tales herramientas pueden ser manipuladas para apoyar salidas menos institucionales.
El gobierno “más preocupado de la historia de Chile” por el uso de redes sociales no leyó oportunamente las tendencias de Twitter, con cerca de 400 mil posts en una semana asociados a este suceso.
La mayor fuente de información de los jóvenes son Youtube y las redes sociales, muchas de ellas las de sus famosos favoritos. Es necesario que reciban formación crítica para que adquieran la capacidad de elegir las fuentes fiables correctamente.
En situaciones de crisis, las administraciones públicas usan las redes sociales para informar, colaborar con los afectados y alertar a la población sobre posibles riesgos.
Profesora de Lengua española de la ULPGC y miembro del Instituto Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales (IATEXT), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Profesora del Grado en Fotografía. Investigadora sobre cultura visual, humanidades médicas y Autorreferencialidad., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja