Un estudio desvela que los estudiantes se preocupan por el medio ambiente y que la pandemia ha influido en su concepto de vida urbana y rural: relacionan la primera con la ‘enfermedad’ y el ‘agobio’ y la segunda con el ‘bienestar’ y la ‘tranquilidad’.
Algunas acciones, como utilizar ropa de segunda mano o cambiar de dieta para reducir la huella ambiental, pueden generar rechazo o provocar incluso actitudes de desafío en ciertos individuos.
Las campañas y los mensajes que invitan a tener actitudes sostenibles con el planeta y a cuidar el medioambiente deben construirse emocionalmente según la ideología y creencias del público al que va dirigidos. Las campañas generalistas no tienen demasiado efecto.