Las olas de calor y la contaminación producida por los incendios constituyen un importante factor de riesgo de infartos o ictus, especialmente en personas mayores o con patologías preexistentes.
Un tercio de los alimentos para el ser humano se pierde en la fase de producción primaria o en algún punto de la cadena alimentaria. En un escenario de escasez global, ¿cómo puede la tecnología ayudar a frenar este desperdicio?
Factores como el aumento de la urbanización y el cambio climático favorecen la expansión de los mosquitos que transmiten el virus del dengue. En Europa cada vez se registran más casos autóctonos.
Una herramienta desarrollada en la Universidad Politécnica de Valencia ofrece predicciones sobre variables meteorológicas e índices de sequía y riesgo de incendios para ayudar a agricultores y autoridades a tomar decisiones relacionadas con la gestión del agua, la energía y los incendios.
Pep Canadell, CSIRO; Marielle Saunois, Université de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines (UVSQ) – Université Paris-Saclay , and Rob Jackson, Stanford University
En la actualidad, dos tercios de las emisiones de metano a la atmósfera se deben a actividades humanas, y nuestros esfuerzos por contener el flujo aún no han dado frutos.
“La humanidad tiene que cooperar o perecer. Nos estamos acercando peligrosamente al punto de no retorno”. Esta desgarrada e inolvidable frase del secretario general de la ONU, António Guterres, pronunciada…
El reciente brote del virus Oropouche, cuyos primeros casos fueron detectados hace 70 años, es otro ejemplo de expansión de enfermedades de origen tropical transmitidos por insectos.
Diferentes factores hacen que las urbes almacenen la energía procedente del sol, la solución para evitarlo pasa por aplicar medidas como el aumento de zonas verdes y el uso de materiales de enfriamiento radiativo que envían el calor al espacio.
Los días previos a la DANA de Menorca los satélites que monitorizan el clima alertaban de un nuevo récord de temperatura superficial en el Mediterráneo.
Emanuela Giancola, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ; Helena López Moreno, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ; María Nuria Sánchez Egido, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) , and Silvia Soutullo, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)
El verano se alarga dos meses en Madrid, de mayo a octubre. El aumento de temperatura exige actualizar los ficheros climáticos y revisar los materiales para edificios, reducir las islas de calor y garantizar el confort ciudadano.
La fusión del permafrost debida al cambio climático activa un ciclo de retroalimentación: acelera la descomposición de la materia orgánica y, con ello, se liberan más gases que calientan aún más la atmósfera.
Las temperaturas umbrales que definen una ola de calor meteorológica y su impacto en la salud no tienen por qué coincidir. Las segundas suelen estar por debajo, y son las que marcan los planes de prevención.
Científicos y opinión pública no coinciden, el cambio climático se politiza y los planes de descarbonización chocan contra el insidioso aumento de las inversiones en petróleo. ¿Qué formas de pensar nos llevan a tanta incongruencia?
Ante un verano de récord de temperaturas, los ayuntamientos de los municipios turísticos deben diseñar con urgencia estrategias y acciones concretas para proteger a visitantes y lugareños y al medio ambiente.
Para que la transición energética sea justa, además de ecológica, debe hacerse reduciendo el consumo a escala global, pero asegurando unas condiciones mínimas de vida dignas para toda la población.
Los índices de vulnerabilidad revelan el lado más injusto del cambio climático. Muchos sufren los desastres y pocos generan las emisiones. Se impone la lucha desde enfoques equitativos y comunitarios.
El aumento de las temperaturas y la prolongación de los veranos están expandiendo el campo de acción de los mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue, el chikungunya y el virus del Nilo Occidental.
Para entender los cambios en el clima presente, los científicos necesitan información del pasado que obtienen de archivos naturales como los sedimentos del océano, el hielo, los anillos de los árboles y los corales.
Cuando el hidrógeno reacciona con el oxígeno para producir agua se produce una gran liberación de energía. La clave está en cómo controlarla y aprovecharla.
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Codirector de la Unidad de Referencia de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano. Profesor de Investigación. ISCIII, Instituto de Salud Carlos III