Tras analizar el trato que le hemos dado a los mayores durante lo más duro de la pandemia, quienes trabajan con ellos consideran que les hemos arrebatado su capacidad de toma de decisiones bajo el argumento de protegerlos.
En 2020, por primera vez en la Historia, las personas mayores de 60 años superan en número a los menores de 5 años. Parece razonable considerar la necesidad de un marco de acción enfocado al envejecimiento saludable.
Hay mucha vida después de la jubilación, con más calidad que nunca. Y cuanto más activa sea esta etapa vital, más se retrasa el envejecimiento funcional.
Los programas intergeneracionales son claves para el futuro de la sociedad. Con ellos los jóvenes aprenden a valorar el potencial y el conocimiento de los mayores y estos se sienten útiles.
Ciudades más accesibles, sistemas productivos más adaptados al capital sénior y flexible a su jubilación, espacios colaborativos y recursos socio-sanitarios que fomenten la autonomía personal, entre otras.
La soledad no deseada no entiende de edad, ni de nivel económico y social, tampoco se ciñe a una zona determinada del planeta. La pandemia afecta también a España, que será en 2050 uno de los países más longevos del mundo.
España está a punto de convertirse en el país con mayor esperanza de vida del mundo. También en el de menor tasa de natalidad.
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Hogares donde conviven hasta cuatro y cinco generaciones. Vivimos un momento histórico de madurez demográfica. ¿Cómo afecta al Estado de Bienestar? ¿Preparados para afrontar el reto intergeneracional?