El acuerdo alcanzado por el gobierno y los agentes sociales en torno a la reforma de las pensiones busca fomentar que los trabajadores alarguen su vida laboral. Esto supondría un alivio al sistema pues cobrarían la pensión más tarde.
Los sistemas de salud y universitario afrontan en los próximos diez años la jubilación de la mitad de sus plantillas, lo que aconseja extender voluntariamente la vida laboral de sus profesionales.
Se da la paradoja de que, por un lado, existe la discriminación laboral por cuestiones de edad (y hay sentencias que así lo demuestran), a la vez que las empresas pierden conocimiento específico con la jubilación de los mayores.
Casi todas las universidades españolas ofrecen programas para mayores que suelen estar centrados en las humanidades. Su objetivo, además del enriquecimiento personal, es la socialización.
La actividad académica mantiene joven nuestro cerebro. La mayor esperanza de vida y la falta de recambio generacional aconsejan prolongar unos años la edad máxima de jubilación en la universidad.
Cuidado con las estadísticas porque, en muchos casos, nos llevan a preocuparnos más por la cantidad de habitantes de un territorio que por la calidad de vida de dichos habitantes.
Ante la llegada de la jubilación de la generación del ‘baby boom’ y la escasez de candidatos que los releven, las empresas deben trazar una hoja de ruta para la gestión y conservación del conocimiento interno.
Nunca antes la esperanza de vida (con buena salud, además) de los españoles había sido tan alta como ahora. Y eso ha cambiado la temporalidad de algunos hitos vitales: acabar la carrera, comenzar a trabajar, formar una familia…
Estudios recientes muestran que hay más relación que la que los economistas han asumido tradicionalmente entre la prolongación de la vida laboral de los trabajadores adultos próximos al retiro y las oportunidades profesionales de los jóvenes.
Si en 2021 patronal, sindicatos y Gobierno, estuvieron de acuerdo con la revalorización de las pensiones y la prolongación de la vida laboral (entre otros), en 2023 los empresarios rechazan el alza de las cotizaciones para el sostenimiento en el tiempo del sistema de pensiones español.
El gasto anual en pensiones se ha multiplicado por tres en España en los últimos 25 años, una tendencia que se va a intensificar con la llegada a la edad de jubilación de la generación del ‘baby boom’. ¿Cómo cubrir ese gasto?
Los autónomos no son un grupo homogéneo: los hay que también son patronos al emplear a otros trabajadores, otros tienen muchos clientes y ningún empleado y otros son trabajadores únicos y dependen, sobre todo, de un único cliente.
Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida ha retrasado la edad de jubilación, conviene enfrentarse a los años a partir de los 50 como años productivos en los que poner en práctica cambios y sueños.
Alargar la vida laboral de los trabajadores séniores contribuye a la sostenibilidad de las pensiones. Pero también lo hace incorporar a los más jóvenes al mercado laboral.
Las previsiones deficitarias en las cuentas de las pensiones obligan a una reforma que asegure el cumplimiento del mandato constitucional: garantizar a los ciudadanos la suficiencia económica en su vejez.
Uno de los problemas a solventar por el estado de bienestar español es que mientras decrece la población en edad de trabajar, sube la esperanza de vida de la población. ¿Quién y cómo pagará las pensiones en el futuro?
Profesora Agregada en los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC - Universitat Oberta de Catalunya, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Profesor Asociado de Economía Aplicada e Investigador del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá